El Primer Ministro israelí, Naftali Bennett, alentó a los mayores de 60 años a recibir la tercera dosis de la vacuna contra el coronavirus pese al llamado a una moratoria que hizo el miércoles la Organización Mundial de la Salud (OMS). "Quisiera reiterar, quien sea mayor de 60 años y aún no haya recibido la tercera dosis de la vacuna, es seis veces más susceptible a enfermedades graves y, Dios no lo quiera, a la muerte", declaró Bennett.
La tercera dosis está siendo administrada desde el domingo a los mayores de 60 años en Israel y este jueves superó las 260.000 personas inoculadas con esa inyección adicional. A mediados de julio, Israel ya había comenzado a administrar la tercera dosis también a adultos inmunodeprimidos.
La OMS pidió este miércoles suspender la administración de esa dosis de refuerzo así como aplazar la vacunación de los adolescentes en países ricos para garantizar suministro en países con menos renta. El 80% de las vacunas administradas hasta ahora se ha realizado en países de ingresos altos y medios que representan menos de la mitad de la población mundial.
La decisión del gobierno israelí de administrar una tercera dosis se produce en medio de un repunte de contagios por la variante Delta, aunque todavía con cifras discretas pero al alza. "Les pido que durante este período, las próximas dos o tres semanas, hasta que vayan a vacunarse y esperen cinco días para que surta efecto la tercera vacuna, se cuiden lo más posible", declaró Bennett.
El Ministerio de Sanidad registró más de 3.400 casos en las últimas 24 horas y un aumento en las hospitalizaciones hasta los 241 pacientes, medio centenar conectados a ventiladores. Bennett alentó también a inmunizarse a los que hasta ahora no se han querido vacunar, alrededor de un millón de personas, entre una población de unos 9 millones en el país.
Mientras, la campaña de vacunación en los territorios palestinos apenas avanza. Cerca de medio millón de los casi tres millones de residentes en Cisjordania ocupada ya están vacunados y poco más de 108.000 en Gaza, de los más de dos millones de ciudadanos, según el ministerio de Sanidad palestino.
El gobierno palestino solo ha recibido pequeños lotes de países donantes y del mecanismo gratuito COVAX de la OMS. Israel que lideró una temprana y rápida campaña de vacunación y retomó una casi normalidad, ha vuelto a reimponer restricciones y no descarta un nuevo confinamiento si la morbilidad sigue al alza.
El uso de barbijos volvió a ser obligatorio al aire libre en reuniones de más de cien personas, así como en espacios cerrados. Además se ha reducido el trabajo presencial al 50 % en el sector público, y se aconseja a las empresas privadas hacer lo mismo. Desde el inicio de la pandemia, las fronteras están cerradas para los turistas e impone restricciones de viaje a ciudadanos y residentes.
España, Argentina, México, Brasil, Reino Unido, Turquía o Rusia están entre la lista de países vetados, a los que no se puede viajar desde Israel --penado con una multa de 1250 euros-- ni recibir viajeros de esos lugares, aunque estén vacunados o presenten pruebas negativas de COVID.|