El expresidente de Estados Unidos Donald Trump fue objeto de una demanda civil en un tribunal federal, acusado de conspirar con dos grupos de extrema derecha para incitar a una insurrección en enero pasado, por un congresista demócrata que invocó una ley diseñada para combatir al Ku Klux Klan, informó la prensa local.
La demanda alcanza a Trump y a su abogado Rudy Giuliani, acusados de haber conspirado con los grupos ultraderechistas Proud Boys y Oath Keepers en relación con el asalto al Capitolio el 6 de enero, cuando faltaban dos semanas para que finalizara el mandato del primero.
La querella fue presentada a título personal por el presidente de la Comisión de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes, el demócrata Bennie Thompson.
Es la primera acción civil presentada contra Trump por el ataque al Capitolio y fue radicada tres días después de que el Senado absolviera al ex jefe de la Casa Blanca en juicio político.
Si el tribunal la declarara procedente, Trump y otras personas serán obligadas a declarar y podrían revelar pruebas y detalles que no se ventilaron durante el juicio político en el Congreso.
Thompson mencionó declaraciones y tuits del entonces mandatario en los meses previos como supuesta prueba de que él y Giuliani movilizaron y prepararon a sus simpatizantes para el asalto al Capitolio con el objeto de evitar que el Congreso certificara el triunfo electoral del presidente Joe Biden.
Para fundar sus argumentos, Thompson citó una ley poco utilizada, posterior a la Guerra Civil de 1861-65 y concebida para combatir las acciones de la organización ultraderechista y supremacista Ku Klux Klan, que permite entablar acciones civiles contra aquellos que usen “la fuerza, la intimidación o la amenaza” para evitar que alguien cumpla los deberes de su cargo.
La demanda, que denunció un “plan unificado para evitar el recuento de votos de los colegios electorales”, fue respaldada por la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color (Naacp).
“Los acusados Proud Boys y Oath Keepers, a través de su liderazgo, actuaron en concierto para encabezar el asalto al Capitolio mientras la turba enfurecida incitada por los acusados Trump y Giuliani descendió sobre el Capitolio”, dijo Thompson en el recurso.
La querella sostuvo que “la serie de eventos cuidadosamente orquestados que se desarrollaron el mitin de Save America y el asalto al Capitolio no fue un accidente o una coincidencia”
“Fue la culminación prevista y previsible de una campaña cuidadosamente coordinada para interferir con el proceso requerido para confirmar el recuento de votos emitidos en el colegio electoral”, explicó.
El vocero de Trump, Jason Miller, rechazó las acusaciones y afirmó que el expresidente “fue absuelto en la última cacería de brujas de los demócratas y los hechos son irrefutables”.
“Trump no planeó, ni produjo ni organizó la manifestación del 6 de enero en la Elipse, no incitó ni conspiró para incitar a la violencia en el Capitolio el 6 de enero”, agregó Miller en un comunicado.|