Necesarios en Europa para llevar a cabo la transición energética, los llamados minerales críticos de América Latina podrían impulsar aún más la colaboración de la Unión Europea con esa región.
Así lo destaca la directora de Política Energética en la Dirección General de Energía de la Comisión Europea, Cristina Lobillo, en una entrevista con EFE en el marco de la VIII Semana de la Energía de la Organización Latinoamericana de Energía celebrada en Uruguay.
En el diálogo, reflexiona sobre el papel de América Latina en la respuesta a la actual crisis de energía iniciada tras la invasión de Rusia a Ucrania. Lobillo pone especial énfasis en la aceleración de la transición energética que se puede hacer gracias a la abundancia de minerales vitales para la tecnología moderna que tiene en sus territorios.
Asimismo, la directora de Política Energética destaca la ratificación del Acuerdo de París por parte de todos los países de América Latina y el Caribe como una señal de su "compromiso con esta transición por encima del comercio de minerales críticos".
El ejemplo de Uruguay
Lobillo subraya el ejemplo de Uruguay y resalta que ese país "tiene en su matriz energética un porcentaje muy alto de energías renovables" y no olvida que en julio la UE y el país suramericano suscribieron un memorándum de entendimiento en ese sentido.
Según Lobillo, este es "muy completo" y abarca "las grandes líneas" de la transición energética, entre las que ocupa un lugar destacada la producción de hidrógeno verde. En el país suramericano, cerca del 95 % de la energía se genera a partir de fuentes renovables.
Finalizada la primera etapa de su transformación a partir de la descarbonización casi total de la matriz energética, después de una inversión de 8.000 millones de dólares que comenzó en 2010, el país ya trabaja en la segunda transición y en 2021 se presentó la hoja de ruta para la producción de hidrógeno verde.
Este aporta a la descarbonización del transporte pesado y de larga distancia, marítimo y aéreo. También de la industria, de la energía eléctrica, del sector residencial y de la producción de varias materias primas.
La funcionaria europea recordó que, aunque la producción de hidrógeno renovable todavía se encuentra en una fase "muy incipiente" y tiene "costos muy altos", se está creando un marco regulatorio "firme y estable" en varios países para crear las bases de un mercado internacional.
Global Gateway
En el marco de la iniciativa Global Gateway, que busca apoyar inversiones inteligentes y limpias en sectores digitales, energéticos y de transporte, la UE invertirá en Uruguay parte de los 45.000 millones de euros (unos 48.118 millones de dólares) que destinará a Latinoamérica y el Caribe.
Será en una planta productora de hidrógeno verde que estará ubicada en el departamento (provincia) de Paysandú, en el oeste del territorio.
A pesar de que la UE pretende importar 10 millones de toneladas de hidrógeno verde al año en 2030, Lobillo admite que en la actualidad es complicado "porque sólo se puede transportar en forma de amoniaco", pero espera que la tecnología evolucione de cara al futuro.
Por ello, cree que es importante que Uruguay haya sido junto con Argentina uno de los primeros países en firmar un memorándum con la UE, ya que podría atraer inversiones privadas. "Lo importante es tener este diálogo para poder avanzar juntos en transición energética", concluye.
El país suramericano recibió en Montevideo la VIII Semana de la Energía de la Organización Latinoamericana de Energía, coorganizada por el Ministerio de Industria, Energía y Minería; la Olade y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).