Los disturbios que se vivieron ayer en el Congreso de los Estaos Unidos conmocionaron a la comunidad internacional. En Europa y Latinoamérica condenaron la postura de Trump, que ahora, en su país piden someterlo a un juicio político.
Tras el estupor y la preocupación con la que han seguido el asalto al Capitolio por parte de seguidores del presidente estadounidense, Donald Trump, líderes de todo el mundo han apelado a la calma y a una transición de poder ordenada en Estados Unidos.
La condena de los disturbios, a tan solo dos semanas para que el demócrata Joe Biden dé el relevo a Trump, ha sido unánime entre dirigentes de distintas orientaciones políticas, que han expresado su preocupación por la salud de la democracia estadounidense.
La mayoría, incluido el propio Biden, responsabilizan de lo ocurrido a Trump por haber arengado a sus seguidores para llevar a cabo lo que definió como "un asalto sin precedentes" a la democracia y una "insurrección" que "roza la sedición".
Y dentro de Estados Unidos, expresidentes, congresistas y otros dirigentes políticos, tanto demócratas como republicanos, repudiaron lo ocurrido, y algunos pidieron incluso someter a un juicio político a Trump como responsable de los disturbios.
"La Historia recordará correctamente la violencia de hoy en el Capitolio incitada por el presidente en funciones, quien ha continuado sin fundamentos la mentira sobre el resultado electoral legal, como un momento de gran deshonor y vergüenza para nuestra nación", afirmó el expresidente Barack Obama apuntando a Trump.
Republicano como Trump, el expresidente George W. Bush se declaró "consternado por el comportamiento imprudente de algunos líderes políticos desde las elecciones y por la falta de respeto mostrado hoy por nuestras instituciones, nuestras tradiciones y nuestra aplicación de la ley".
"Es repugnante y desgarrador", dijo Bush sobre la entrada de los partidarios de Trump en el Congreso después de que el presidente dijera en un mitin en Washington que "no concederá nunca" la victoria de Biden en las elecciones del 6 de noviembre y reiterara sus infundadas denuncias de un fraude masivo.
Varios legisladores demócratas pidieron al vicepresidente, Mike Pence, que invoque inmediatamente la Enmienda 25 de la Constitución y destituya al presidente Trump de su cargo, por incitar el caos y la violencia. Otros solicitaron someter a un juicio político inmediatamente a Trump y expulsarlo de la Presidencia tan pronto como el Congreso reanude sus sesiones.
En una aparente respuesta a quienes señalan a Trump, Ted Cruz, senador republicano por Texas y uno de los que más han apoyado la campaña del presidente para tratar de revertir los resultados de las elecciones, afirmó: "Dejen de difundir el odio".
A la espera de que prosperen o no las peticiones de responsabilidades a Trump, quien continúa negándose a reconocer la derrota, lo cierto es que su presidencia se acerca al fin empañada por un suceso sin precedentes.