El viceprimer ministro ruso Alexander Novak afirmó hoy que Rusia considera inaceptable la imposición de un precio tope a su petróleo, con independencia de cuál sea, y advirtió de los "enormes riesgos" que crea ese tipo de medidas restrictivas para los mercados.
"Nuestra posición es bastante clara, como lo he dicho en varias ocasiones. Independientemente de cuál sea el tope, incluso si fuera alto, es inaceptable por principio", dijo Novak al intervenir en el IV Foro Energético ruso-chino.
El viceprimer ministro ruso aseguró que el establecimiento de precios tope "conlleva enormes riesgos para el funcionamiento del sector, conduce a déficit de hidrocarburos y de inversiones en el sector, y no solo en el petrolero".
"Esto afectará a cualquier mercancía que se negocie en bolsa y a la que los países occidentales quieran imponer sus reglas", subrayó.
Novak añadió que las sanciones occidentales a los suministros de energía son imprudentes, ya que "prohíben el suministro de equipos y tecnologías, imponen sus propias reglas en los asuntos de transporte de hidrocarburos, seguros, pagos y financiación".
El accionar del G7 y la Unión Europea
El G7 acordó imponer un tope al precio de petróleo ruso al trasportado por mar, que aún no ha sido fijado, para reducir los ingresos de Rusia y dificultarle la financiación de su campaña militar en Ucrania.
La semana pasada la Unión Europea (UE) estudiaba un precio máximo del crudo ruso en una horquilla de entre 65 y 70 dólares por barril, a lo que se opusieron Polonia, Estonia, Letonia, Lituania, que arguyeron que esté tope está incluso por encima del precio al que se vende actualmente el petróleo ruso en el mercado.
Según algunos medios, actualmente se baraja en Bruselas reducir a 62 dólares el precio máximo del barril de Urals, la marca del petróleo ruso, pero los gobiernos aún no han llegado a un acuerdo.
Polonia insiste en que para que la medida tenga realmente efecto, el precio máximo del barril de Urals no debe superar los 30 dólares, suma ligeramente superior al coste de extracción, que expertos estiman en entre 20 y 30 dólares.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, insistió asimismo el fin de semana que el tope debe fijarse en entre 30 y 40 dólares, ya que de otra manera Rusia puede seguir financiando su intervención bélica en Ucrania derivado de los ingresos petroleros.
Actualmente el petróleo ruso se vende en el mercado al contado con un descuento de 20 dólares respecto del Brent, la marca de referencia en Europa, que ayer cerró a 83,16 dólares para entrega en enero.