En una breve formalización realizada en el 7° Juzgado de Santiago, el ex constituyente Rodrigo Rojas Vade fue condenado a 61 días de prisión en su grado mínimo y una multa de 850 dólares por el delito de estafa.
Según lo informado por la Fiscalía, entre mayo y junio del año 2020, Rojas Vade habría organizado una rifa a su favor, luego que fuera despedido de su trabajo y supuestamente no tenía dinero para costear un tratamiento contra el cáncer. Logró reunir 14 mil dólares, los que fueron directo a su cuenta bancaria.
A esto se le sumaron colectas individuales de ex compañeros de trabajo e incluso personas que tenían la enfermedad y que decidieron ayudarlo económicamente.
Sin embargo, luego se descubrió que no tenía cáncer, sino otra condición médica que no afectaba su calidad de vida. El Ministerio Público expuso los testimonios de 20 personas que colaboraron con la rifa, sacando dinero de sus cuentas de ahorro e incluso comprando premios para hacer más atractivo este evento solidario.
También se entregaron los resultados de la pericia psicológica donde se informó un “trastorno facticio psiquiátrico”, una condición donde la persona engaña a los demás haciéndose el enfermo, e incluso son capaces de autoinflingirse algunos síntomas tomando medicamentos.
La defensa de Rojas Vade entregó sus propias pericias psicológicas donde se dijo que el imputado no es un peligro para la sociedad. En la audiencia, el ex constituyente se responsabilizó de todos los hechos y sumado a que no tenía antecedentes penales anteriores, el tribunal determinó que cumplirá la pena fuera de prisión.
Convención Constitucional
El 4 de julio del 2021, se instaló la Convención Constitucional, cuya tarea era escribir una nueva Carta Magna para Chile.
Uno de los integrantes del organismo era Rodrigo Rojas Vade, quien se hizo conocido luego de participar de las marchas dentro del contexto del estallido social. Se lo veía demacrado, con mascarilla y a veces con catéteres conectados a sus brazos mientras sostenía un cartel que pedía una mejor salud para el país.
Decía tener leucemia y que estaba recibiendo un tratamiento de quimioterapia. Cuando llegó el momento de elegir a los constituyentes, se postuló por el distrito 13° de la región Metropolitana y logró casi 20 mil votos, un 8,41% del total.
Una de sus banderas de lucha era un sistema único de salud. Fue elegido uno de los vicepresidentes de la Mesa Directiva de la Convención, pero a pocas semanas de comenzado el debate, una investigación periodística lo situó en la polémica: un medio de comunicación accedió a su ficha clínica y descubrieron que no tenía cáncer.
Este hecho provocó un revuelo en la opinión pública y Rojas Vade dejó de cumplir su labor como constituyente. En septiembre presentó su renuncia, pero no estaba permitido por la ley. Finalmente en marzo del 2022 se aprobó una modificación a la normativa y se le aceptó su renuncia.
Pero durante ese período siguió recibiendo su remuneración como constituyente, lo que provocó más animadversión en la ciudadanía. En mayo del 2022 devolvió al Fisco más de 14 mil dólares, correspondiente a lo que ganó como miembro de la Convención Constitucional.
En una entrevista a un canal de televisión, Rojas Vade reconoció que no tenía cáncer, sino una condición autoinmune, llamada enfermedad de Behcet. “No justifico lo que hice y nunca lo voy a justificar. Pero la motivación está muy lejos de lo que se instaló en la opinión pública. Yo solo quería ayudar”, dijo.
La mentira de Rojas Vade fue, para muchos, uno de los episodios que más daño le hizo a la Convención Constitucional. En varias encuestas realizadas antes del Plebiscito para aprobar o no la nueva Constitución, se lo señalaba como el principal responsable de la falta de confianza de la ciudadanía en este proceso.
A pesar de que el ex constituyente no alcanzó a participar del debate ni presentar indicaciones, la opinión pública tomó una posición negativa hacia el organismo. En septiembre del 2022 se rechazó la propuesta constitucional por una amplia mayoría.
