Sin desentonar con la tónica de esta cumbre, la mayoría de protestas quedaron deslucidas, con poca afluencia de personas y alejadas del Centro de Convenciones por el fuerte dispositivo de seguridad desplegado ante la llegada del presidente estadounidense, Joe Biden, y sus homólogos de la región.
Además de los reclamos por concretar una regulación migratoria, tanto para los solicitantes de asilo como para aquellos que llevan décadas en EE.UU. con permisos temporales, también se escucharon consignas que criticaban la futura reunión Biden-Bolsonaro y protestaban por el veto a los mandatarios de Cuba, Venezuela y Nicaragua.
Esta amalgama de movilizaciones, repartidas por las calles del centro de Los Ángeles, integró lo que diferentes grupos de colectivos y activistas han denominado Cumbre del Pueblo para dar cabida a los temas que consideran que no han recibido la atención que merecen en la agenda oficial.
"Es muy desafortunado que la inmigración no se esté discutiendo al más alto nivel, no tienen liderazgo", denunció a Efe Angélica Salas, directora ejecutiva de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes (CHIRLA, por sus siglas en inglés); una de las organizaciones convocantes de las protestas.
Desde primera hora de la mañana, medio centenar de manifestantes reclamó una solución firme para el millón de personas que vive en EE.UU. con permisos temporales como DACA (Acción Diferida para los Llegados en la Infancia, en español) o TPS (Estatus de Protección Temporal).
El 70 % de personas que se acogen a estos dos programas proceden de México o Centroamérica.
La decepción entre los asistentes por la falta de medidas se sumó a la poca concreción con la que los Gobiernos están abordando los flujos migratorios en el continente, aunque se espera que al final de la cumbre se adopte una declaración conjunta en esta materia.
"Biden va a anunciar una declaración sobre la inmigración y la protección, pero no sabemos qué va a contener ni qué mandatarios se van a acoger a ella. Así que nos han fallado y ha desperdiciado la oportunidad", sostuvo Salas.
Maira Matías, una mujer nacida en México que llegó con 7 años y lleva más de 20 con un estatus temporal, resumió el sentir de muchos de los presentes.
"Quiero que el presidente y el Congreso nos tengan en cuenta, no es justo estar en este limbo porque contribuimos a la economía estadounidense y queremos una solución permanente ya", protestó esta "dreamer", como se conoce a los migrantes indocumentados que llegaron a EE.UU. junto a sus padres siendo muy pequeños.
La inacción del actual inquilino de la Casa Blanca ante el asunto migratorio fue una constante en las quejas de manifestantes como Vladimir Carrasco, quien trabajó en la campaña electoral del propio Biden.
"Nosotros peleamos duro para ponerlo en la Casa Blanca y nos ha decepcionado”, afirmó.
“La única diferencia entre la administración Trump y la de Biden es que él nos prometió terminar con medidas racistas como el Título 42 y sigue reforzándolo", añadió Carrasco sobre esta política que prohíbe cruzar la frontera estadounidense, y permite deportar, a aquellos migrantes que se considere que puedan propagar enfermedades infecciosas.
Críticas a la reunión Biden-Bolsonaro y a la exclusión de Cuba
Asimismo, Biden fue criticado en otras movilizaciones alrededor de Los Ángeles por su reunión con el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, a lo largo de la cumbre.
Amazon Watch, entre otras organizaciones sin ánimo de lucro, coordinaron una movilización frente al Ayuntamiento de Los Ángeles en la que se cargó contra este encuentro entre presidentes debido a los "ataques y la no protección" de la Amazonía por parte del Ejecutivo brasileño.
"La administración Bolsonaro no es democrática, si Biden se reúne con Bolsonaro saldrá reforzado y lo utilizará como argumento político", explicó Elcio Filho Manchineri, asesor de la Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Amazonía Brasileña (COIAB, en portugués).
Por su parte, el presidente del Foro Permanente de las Naciones Unidas sobre Cuestiones Indígenas, Darío Mejía, atendió a Efe para pedir "responsabilidad" y "cuidar" la Amazonía con "compromisos reales, no con palabras" en las diferentes reuniones de los líderes políticos americanos.
Una cita en la que no hay representantes de Cuba, Venezuela o Nicaragua, que no fueron invitados por no ser consideradas democracias de facto por el Gobierno de Estados Unidos.Esta posición que fue catalogada de "error" por un reducido grupo de inmigrantes cubanos, quienes achacaron a Biden tener una "actitud imperialista.|
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