El 22 de noviembre la fuerza pública allanó bodegas y algunas tiendas de la empresa del retail La Polar en búsqueda de prendas de la marca Under Armour. La marca había presentado una acción judicial ya que aseguraba que era ropa falsificada.
Fue una bola de nieve: otras marcas, como Columbia y Adidas, también acusaron a la empresa de vender prendas no originales. Los consumidores empezaron a compartir en redes sociales fotos de poleras y jeans con irregularidades.
El Servicio Nacional de Consumidor (SERNAC) inició una investigación que terminó en la presentación de una demanda colectiva ante el 30 Juzgado Civil de Santiago contra la tienda La Polar, por venta de ropa falsificada y falta de información a los consumidores sobre las prendas que ha estado comercializando.
“Nos parece extremadamente grave que una empresa formal, del retail establecido, haya generado tal grado de incertidumbre y perjuicio a los consumidores con la comercialización de prendas que –en algunas casos- son reconocidas por La Polar como no originales y en otros casos se discute tal carácter”, explicó Andrés Herrera, director del SERNAC.
Según la investigación del servicio, existen antecedentes de que La Polar ha estado vendiendo ropa no original desde el año 2020. En enero del 2021 se realizó una transacción vía escritura pública entre la tienda de retail y Columbia Sportswear.
Esto porque la marca deportiva descubrió que La Polar estaba vendiendo prendas falsificadas luego de comprar parte del stock por internet. En el documento de acuerdo, La Polar reconoce que la ropa no era auténtica.
“Calculamos que fueron entre 4 mil y 5 mil prendas vendidas, una transacción que se resolvió de manera privada y donde se omitió la información a los consumidores”, dice Herrera.
A esto se le sumarían 18 mil prendas no originales Under Armour que también salieron al mercado. En total, se estima que unos 22 mil productos fueron comprados por los clientes de la empresa pensando en que eran auténticos.
En el caso de Adidas, las prendas fueron incautadas a su entrada al país por el Servicio Nacional de Aduanas, que presentó una querella contra la tienda por este delito.
Sin embargo, el organismo ha recibido denuncias de otras marcas como Tommy Hilfiger y Ágata Ruiz de la Prada, e incluso está investigando otras tiendas de retail que podría estar incurriendo en esta práctica.
Modelo de negocios “outlet”
La segunda parte de la demanda tiene que ver con la falta de información hacia los clientes. SERNAC realizó una fiscalización presencial y remota en tiendas La Polar en Santiago y Concepción. Cuando llegaron al lugar, los empleados empezaron a poner carteles “outlet” en algunos sectores y les aseguraron que la gente sabía perfectamente que las prendas eran de segunda selección.
Es el modelo de negocios “outlet” donde una empresa compra prendas auténticas, pero son saldos o de temporadas anteriores. Sin embargo, según el SERNAC, la empresa nunca ha informado correctamente a los consumidores qué significa este concepto y muchos compran pensando que es ropa de primera calidad.
Compensaciones a clientes
En la demanda, SERNAC busca que La Polar indemnice a todos los consumidores afectados, según cada caso.
A las personas que compraron de manera presencial se les deberían indemnizar por el valor de la compra más los gastos incurridos para ir a la tienda. A quienes compraron de manera online se les debe devolver el valor de la compra más el despacho del producto.
SERNAC también pidió indemnizar a aquellas personas que compraron marcas originales dentro del modelo “outlet”.
De acuerdo a la Ley del Consumidor, las multas podrían llegar hasta los 3.000 UTM, alrededor de 183 millones de pesos chilenos por cada caso.
La defensa de La Polar
A través de un comunicado de prensa, la tienda La Polar aseguró que la demanda colectiva presentada por el SERNAC es una “irresponsabilidad”.
"Frente a un ataque que afecta y amenaza tanto a La Polar, a nuestros clientes y, en particular, a nuestros más de 4.500 colaboradores y sus familias, presentamos oportunamente acciones legales contra quienes iniciaron esta acusación, con la convicción de que se trata de competencia desleal, por parte de interesados en obstruir nuestro modelo de negocios, que busca ampliar el acceso a ropa de marca a través de importaciones directas. Lamentamos que servicios públicos se hagan parte de esta acusación, la cual solo tiene fines comerciales y restringe el acceso de los consumidores", dice el comunicado.