Tras más de tres días de un complejo recuento de votos, Joe Biden logró la victoria en el estado de Pensilvania que le otorga un mínimo de 284 votos electorales, superando los 270 necesarios para consagrarse como presidente electo de Estados Unidos.
El resultado de Pensilvania fue confirmado por la agencia AP y los principales medios de comunicación de Estados Unidos, pero el presidente Donald Trump está lejos de reconocer la derrota. Por el contrario, ha denunciado un fraude en los estados más disputados e inició en ellos demandas judiciales. La disputa podría escalar hasta la Corte Suprema de los Estados Unidos.
Con más de 230.000 muertos por coronavirus, una recesión económica que puso fin al período de recuperación más largo de Estados Unidos y tras meses de masivas protestas opositoras, el presidente Donald Trump obtuvo más de 70 millones de votos y amplió su base electoral de 2016, mientras su partido aún puede conservar el Senado y ganó terreno en la otra cámara del Congreso
"Trump no fue repudiado por la sociedad y Joe Biden no arrasó. La gran ola azul (color demócrata) que esperábamos con el voto anticipado fue contrabalanceada por otra gran ola roja", opinó ante la prensa extranjera el reconocido encuestador y analista electoral John Zogby en la semana, cuando el candidato opositor mantenía una tendencia su favor muy clara.
Como fue característico de todo su Gobierno, Trump llenó de ruido, polémica y miedo los días posteriores a las elecciones con sus infundadas denuncias, que irónicamente terminaron alimentando aún más la épica de la victoria demócrata aunque el republicano Donald Trump, rechazó la derrota y reiteró que "la elección no terminó".
Pero una de sus afirmaciones de esta semana es cierta: hizo una "tremenda elección".