Luego de cuatro años de la insólita proclamación de un "presidente interino" decretado por una mayoría opositora en el parlamento, finalmente ese mismo cuerpo decidió poner fin a esa designación.

"Después de cuatro años, el proceso político que se inició el 23 de enero de 2019 se ha debilitado y no es percibido como una opción de cambio político real. No ha alcanzado los objetivos de liberación esperados y el país reclama nuevos caminos que nos lleven hacia la democracia", señala un comunicado firmado por 69 de los 112 parlamentarios opositores que en 2019 habían considerado que tenían potestad para elegir un presidente.

Eran momentos en que la oposición venezolana controlaba la Asamblea Nacional, y consideraban que la elección de Nicolás Maduro había sido antidemocrática, por lo cual decidieron designar su propio presidente. Se trataba de una movida política que esperaba arrastrar el apoyo de otros países para debilitar a Maduro. De hecho, Argentina, gobernada por Cambiemos, le dio su apoyo, y hasta la supuesta "embajadora" del nuevo gobierno interino fue recibida por el entonces presidente Mauricio Macri. Y lógicamente, el principal aval lo recibió del entonces presidente de EEUU, Donald Trump.

Asamblea eterna

La petición surge un día antes de que se celebre una sesión del Parlamento elegido en 2015 que defiende su vigencia al considerar que los comicios legislativos de 2020, en los que triunfó el chavismo, fueron fraudulentos. Entonces siguen considerando que sus mandatos están vigentes.

La sesión fue convocada el pasado fin de semana por el propio Guaidó, quien sostiene que la "presidencia encargada" es "esencial" para el "desconocimiento del régimen" de Nicolás Maduro, el reconocimiento diplomático y la "protección" de los activos que tiene el país en el extranjero.

No obstante, el grupo de opositores señaló que el vasto apoyo internacional con el que contó Guaidó en su proclamación en 2019 mermó. De hecho, Estados Unidos sigue siendo su principal aliado, pero en el camino perdió el respaldo de países como Argentina, México, Perú y, más recientemente, Colombia, con la llegada del izquierdista Gustavo Petro a la presidencia. Maduro, en cambio, siempre mantuvo el control del poder.

La figura del "gobierno interino" ha creado grandes fisuras desde hace meses dentro de la oposición que, de hecho, ya llamó a celebrar primarias en 2023 para elegir a un candidato único que enfrente a Maduro en las elecciones presidenciales previstas para 2024.

El grupo de opositores considera que la oposición debe concentrarse en conseguir "elecciones libres, justas y verificables, la recuperación del nivel de vida de la población" y la atención a la emergencia humanitaria.

¿Primavera con Washington?

No obstante, no parecen estar soplando los vientos de otros tiempos para la derecha venezolana, mucho menos después de las señales de "descongelamiento" de las relaciones entre Washington y Caracas.
De hecho ayer, el corresponsal de Associated Press en Miami, Joshua Goodman, publicó un sugerentet tuit, al señalar:
"¿Algo se está gestando entre Washington y Caracas?. Primero, esta semana hubo aterrizajes de aviones registrados en Estados Unidos en Venezuela, lo que provocó especulaciones sobre la liberación de prisioneros estadounidenses. Y ahora, el Tesoro de los Estados Unidos descongela un avión vinculado al presunto testaferro del jefe del partido socialista Diosdado Cabello".