Desde el primer día de enero, Reino Unido ha roto definitivamente sus lazos con la Unión Europea (UE), con lo que pone punto final a casi medio siglo de participación en el bloque europeo.
La transición duró cuatro años. El 23 de junio de 2016 los británicos votaron a favor del Brexit para distanciarse de quienes fueron sus socios por casi medio siglo. El 31 de enero del año pasado, dejaron de pertenecer al club de los 27 países que integran la comunidad europea. Y a media noche del 31 de diciembre culminó el plazo que se había establecido entre ambas partes.
En el plebiscito de 2016, el 51,9 % votó a favor del Brexit y el 48,1 % en contra, con una participación del 72,2 %, mucho más alta que en elecciones generales británicas.
En resumen:
- A partir de ahora, el Reino Unido, como ha insistido el Gobierno, se convierte en país con control de sus aguas, libertad de negociar acuerdos comerciales con países fuera del bloque comunitario, sujeto únicamente a sus propias leyes y bajo jurisdicción de sus tribunales.
Lo que estamos viendo:
- El debate sobre lo bueno y lo malo de estar en la UE ha estado siempre presente entre los políticos de distintas extracciones, pero han sido los conservadores de Boris Johnson lo que han tenido en las últimas décadas más problemas internos por el fuerte euroescepticismo.
- La desconexión, no obstante, no es una sorpresa. El Reino Unido se mostró siempre reticente a una mayor integración europea, sobre todo política y monetaria, hasta el punto de que consiguió mantener su libra esterlina y quedar fuera de la divisa comunitaria.
- Para Boris Johnson, artífice de la campaña a favor del Brexit en el referéndum de 2016, la salida de su país de la UE no implica el abandono de los vínculos con Europa. "Cultural, emocional, histórica, estratégica y geográficamente, este país seguirá unido a Europa", dijo Johnson tras sellar el acuerdo la pasada Nochebuena.
Detalles:
- Paradójicamente, fueron los "tories" los que metieron al Reino Unido en la entonces Comunidad Económica Europea (CEE) en 1973 bajo el mandato de Edward Heath, primer ministro entre 1970 y 1974.
- Heath lo consiguió después de dos intentos fallidos por parte del Reino Unido, en 1963 y 1967, por el veto de Francia a causa de las dudas del entonces presidente Charles de Gaulle sobre el compromiso británico con el proyecto europeo.
- Desde aquel ingreso visto como símbolo de progreso, el vínculo británico con Europa tuvo momentos difíciles para distintos primeros ministros. David Cameron dimitió tras el referéndum del 2016 y Theresa May se vio forzada a renunciar ante la imposibilidad de reunir los apoyos suficientes en el Parlamento para sacar adelante un acuerdo sobre la retirada británica del bloque europeo.