Con una investigación titulada “Pedófilos e infantes: pliegues y repliegues del deseo”, el estudiante Leonardo Arce Vidal logró obtener en 2016 su Magíster de Estudios de Género y Cultura en América Latina de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile.

En su resumen, el trabajo afirma ser una “apuesta reflexiva” donde se estudia una “nueva representación del infante como sujeto de derecho, sujeto con voz o sujeto completo”, donde se debiese “considerar a la opinión del pedófilo dentro de sus reflexiones y pensamiento” e incluir “la potencialidad del diálogo corporal entre adulto e infante”.

Leonardo Arce además publicó en una revista de la universidad un ensayo sobre el tema. Actualmente realizaría clases de piano a niños y niñas, según su perfil en redes sociales.

Cuatro años más tarde y en la misma facultad, fue presentada otra tesis, del estudiante Mauricio Quiroz Muñoz, titulada: “El deseo negado del pedagogo: ser pedófilo”, trabajo que fue aprobado. En su resumen, el autor se pregunta: “¿Cuál es la relación entre la educación con el pedófilo? ¿Son intrínsecamente contrarios?” Además, asegura que “la figura del pedófilo desde un enfoque histórico y filosófico nos obliga como pedagogues a replantear nuestra concepción de la sexualidad del niñe, adolescente y la propia, removiendo así los dogmas del adultocentrismo”.

El entonces estudiante se desempeña actualmente como profesor de Filosofía en un colegio de Santiago, según su perfil de Linkedin.

Reacciones

Estas tesis no se encuentran actualmente disponibles en el archivo de la Universidad de Chile, pero algunos extractos fueron difundidos a través de las redes sociales, provocando una serie de críticas.

Entre ellos, 26 académicos del Departamento de Estudios Pedagógicos de la misma casa de estudios -la universidad pública más antigua y una de las más prestigiosas en el territorio nacional- quienes firmaron un documento donde declararon “absoluto rechazo a la instrumentalización del pensamiento y el espacio académico, así como la pedagogía, para la elaboración de discursos que se vinculan potencialmente a delitos que vulneran los derechos de la infancia”.

Quien también reaccionó a estas tesis fue la Defensoría de la Niñez, organismo público encargado de proteger los derechos de niñas, niños y adolescentes. A través de sus redes sociales anunciaron el envío de un oficio a la casa de estudios y expresaron su preocupación que desde la academia “se normalice una conducta vulneradora como es la pedofilia, que está tipificada como delito en nuestro país”.

Ante esta situación, la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile emitió un comunicado público donde aseguran que “las investigaciones aludidas corresponden a trabajos académicos de corte puramente teórico, que no reportan intervención en poblaciones humanas y que cumplieron con los requerimientos del proceso de evaluación académica”.

Investigación sumaria

Sin embargo, el comunicado de la Facultad de Filosofía no calmó los ánimos, sino que, al parecer, los encendió más.

Parlamentarios pidieron citar a la rectora de la Universidad de Chile, Rosa Devés, y a los académicos involucrados en la publicación de estas tesis, para que concurran a la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados y Diputadas.

El gobierno también se pronunció sobre esta situación. La subsecretaria de la Niñez, Yolanda Pizarro, condenó las investigaciones. “Nos planteamos desde la protección, el cuidado y la prevención de cualquier tipo de abuso a los menores. No hay nada que lo justifique, independiente de la teoría desde la que se está parando este tesista”.

Tales críticas fueron finalmente aceptadas por la rectora Devés, quien anunció la creación de un comité que tendrá la tarea de examinar y pronunciarse sobre “la pertinencia ética y formativa de las investigaciones”.

Además, se instruyó una investigación sumaria donde se indague sobre los procesos de aseguramiento de calidad y que determine eventuales responsabilidades administrativas.