La crisis en el sistema privado de salud se sigue agudizando. La Superintendencia de Salud informó que, a diciembre del 2022, las Isapres (Instituciones de Salud Previsional) cuentan con 1.901.844 cotizantes, la cifra más baja en siete años.
Pero si sumamos los cotizantes y sus cargas, el año pasado se registraron 3.076.622 beneficiarios, una baja del 5,3% respecto al 2021, lo que significó una fuga de 173 mil afiliados, la mayor en su historia.
El último mes de 2022 fue cuando más personas dejaron el sistema: 52.932. Esto representa un tercio del total de cotizantes que salieron de las Isapres.
Desde la Asociación de Isapres, le adjudican esta situación al alza en la inflación que ha bajado el poder adquisitivo de las personas y el cambio en los planes de salud. Sin embargo, aseguraron que “es algo observado previamente, en varias ocasiones, coincidiendo con ciclos económicos bajos”.
Pero lo que no había ocurrido antes fue el fallo de la Corte Suprema, en diciembre del 2022, a favor de un grupo de beneficiarios que presentaron acciones judiciales por el alza unilateral de sus planes de salud con estas empresas.
Esto significó que el tribunal ordenara a las empresas no subir los planes y además restituir los cobros en exceso, lo que provocó que estas prestadoras aseguraran que podrían quebrar al no tener los recursos para cumplir con la orden judicial.
La Corte Suprema ordenó además a la Superintendencia de Salud que ejecutara un reglamento en este orden, instancia que todavía no se ha resuelto.
Se creó una mesa de trabajo entre Gobierno e Isapres; sin embargo, éstas se retiraron después de la primera reunión, asegurando en un comunicado que “a la fecha no hay medidas concretas ni propuesta alguna”.
El máximo tribunal chileno dio un plazo de seis meses para la implementación del mecanismo que permita la subsistencia del sistema privado de salud.
“Nos gustaría que el fallo sea, de alguna manera, un “desde”, un punto importante sobre la mesa para que en definitiva se puedan tomar los acuerdos y se desarrolle todo aquello que, desde el punto de vista de la administración, implique cumplir el fallo” expresó Ángela Vivanco, vocera de la Corte Suprema.
Desde el Colegio Médico ven con preocupación la crisis de las Isapres. “Si quiebra la salud privada sería una situación gravísima para la que el país no está preparado. Necesitamos a todos los prestadores públicos y privados, y si caen las Isapres, probablemente caerán muchos prestadores institucionales”, indicó Patricio Meza, presidente del organismo.
Más usuarios a Fonasa
Y mientras miles de cotizantes se escapaban del sistema privado de salud, otros tantos llegan al sistema público, el Fondo Nacional de Salud (Fonasa).
Según las cifras de la Superintendencia de Salud, a diciembre del 2022 Fonasa totalizó 15.613.584 usuarios, un alza del 2,5% respecto al año anterior. Este es su mayor incremento desde el año 2019.
“Las personas ven a Fonasa como alternativa atractiva, porque ha sido capaz de fortalecer su protección financiera en la red pública de salud, ha aumentado los convenios con los prestadores privados e incluso ha generado ahorros en medicamentos con los convenios con farmacias”, explicó Camilo Cid, director de Fonasa.
El Gobierno está preparando un proyecto de ley para fortalecer el sistema público de salud y recibir a los posibles afiliados que salgan de las Isapres, agregando un seguro complementario.
Además, el presidente de la Comisión de Salud, el diputado Tomás Lagomarsino, presentó un proyecto de ley para crear un grupo especial dentro del sistema público, un Fondo E y que cotizantes de prestadoras privadas se puedan atender a través de Fonasa sin perder sus contratos.