El mes pasado, el Congreso de EE.UU. aprobó elevar el techo de endeudamiento en 480.000 millones de dólares sobre el límite previo de 28,4 billones, una cantidad que permitirá al país pagar hasta el próximo 3 de diciembre las deudas que tiene pendientes. Sin embargo, William Foster, ejecutivo de crédito de Moody's, señaló que esa medida da a los legisladores "más tiempo para alcanzar un acuerdo a largo plazo", pero sería una “apuesta arriesgada” avalarlos porque "las dinámicas políticas siguen sin cambios".
"Si el Departamento del Tesoro de EE.UU. agota su uso de medidas extraordinarias, el gobierno federal se vería forzado a priorizar entre el servicio de la deuda y otros pagos, aumentando la posibilidad de incumplir en el pago de la deuda", agregó Foster.
De momento, tiene una previsión "estable" sobre la calificación "Aaa" de EE.UU. "que refleja que el límite de la deuda en última instancia será elevado o suspendido, y todos los pagos de interés se harán a tiempo e íntegramente". En caso de que eso no ocurra, Moody's cree que el Tesoro priorizaría el pago de intereses sobre otros gastos para "preservar la fe y el crédito del Gobierno de EE.UU. y así evitar interrupciones significativas en los mercados financieros globales".
Un “acontecimiento de impago", afectaría negativamente al crédito de la deuda soberana y "probablemente resultaría en una rebaja" de la calificación. Moody's espera un mejor panorama y cómo medida extrema procederán a mantenerlos en revisión. |