Al menos tres reclusos estarían relacionados con el envío y la entrega de droga por medio de drones a la ex Penitenciería de Santiago, unas de las cárceles más grandes e importantes del país. Esta nueva modalidad de envío y entrega de drogas, conocida como “narcodrone delivery”, se descubrió gracias a la inteligencia penitenciaria, que se percató de una serie de vuelos de pruebas sobre el recinto, que terminaron con la entrega de las sustancias.
En específico, el “narcodrone delivery” se trata del envío de drogas a los reclusos en lugares resguardados por las autoridades por medio del uso de drones. Entre el 12 y el 13 de mayo pasado el personal de Gendarmería llevó a cabo una serie de operativos antidrogas al interior de la ex Penitenciaría para incautar las sustancias que cayeron sobre los techos de la “calle 13” de este recinto.
Sin embargo, en dicho operativo no solo se logró incautar la droga enviada por el “narcodrone”, sino que además se descubrieron al menos dos dispositivos impulsados por hélices y manejados a distancia vía remota. Las pericias desarrolladas al interior de la ex Penitenciaría de Santiago descubrieron que al menos 3 internos serían los receptores de esta droga. Este grupo tendría sanciones anteriores por uso y mantención de celulares en las celdas y posesión de drogas.
Fuentes consultadas explicaron que este hecho se originó porque las bandas de narcotraficantes descubrieron “las bondades” de esta masiva tecnología, para que ser descubiertos sea una posibilidad mucho más complicada. Y aunque la droga entregada es en pequeñas cantidades, el valor de ésta se dobla al interior del recinto, lo que genera un aumento en la ganancia.
Como una forma de descubrir quiénes están detrás de este uso y manejo de drones para distribuir drogas en los penales, es que se han entregado todos los antecedentes a la Fiscalía Centro Norte para que inicie una indagación para dar con los responsables.
Desde Gendarmería admitieron que el vuelo de estos dispositivos sobre sus recintos se ha convertido en parte de la habitualidad. Y no solo para el transporte de droga sino para probar la eficacia de estas máquinas, y si son detectados o no por los gendarmes para evaluar así la precisión del “narcodrone delivery”.
Además, desde Gendarmería también explicaron que los drones tienen en su interior una caja negra, muy similares a la de los aviones. En éste se guarda todo tipo de información como el registro de vuelo, las trayectorias, el funcionamiento de los sensores internos, entre otros antecedentes.
Sin embargo, el drone es un dispositivo tan masivo que puede ser usado algunas veces, y luego puede ser vendido a otras personas. Por lo tanto, la cadena de datos se rompe ya que los antisociales compran otros drones nuevos, desechando los antiguos.
Este nuevo caso de “narcodrone delivery” hizo recordar a uno de los primeros envíos de drogas por medio de estos dispositivos que se descubrieron en Chile. Esto pasó en septiembre del 2018, cuando personal penitenciario se fijaron que desconocidos intentaron ingresar marihuana a los reclusos.
Lo que llamó la atención de los funcionarios en esos momentos, fue el zumbido característico de los drones surcando sobre el Complejo Penitenciario de Valparaíso. Al percatarse que era un drone, también se dieron cuenta que éste cargaba un paquete que no corresponde a la estructura habitual de estos dispositivos. Luego que el dispositivo fuera interceptado se descubrió que el drone cargaba marihuana.
Esta modalidad de envío de droga se hizo conocida el 2018 gracias a la serie española “Vis a Vis”, la que está ambientada en una prisión. En esta producción se utilizaban regularmente los drones para introducir droga al penal, en donde está recluido el protagonista debido a delitos económicos.|