A través de un escueto comunicado de prensa, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile informó que este martes 21 de febrero comenzó a operar el Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico, conocido también como TPP11.
Chile se transforma entonces en la décima economía en integrar este acuerdo junto a Australia, Brunei Darussalam, Canadá, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam.
La cancillería chilena también indicó que ya participó por primera vez de una reunión virtual con los miembros del tratado y que están trabajando en “la implementación de este tratado a través del Comité Interministerial de Negociaciones Económicas Internacionales”, además de “avanzar en la reforma y modernización de los mecanismos de solución de controversias entre inversionistas y Estados”.
Éste es precisamente una de las mayores preocupaciones de los detractores del acuerdo, ya que señalan que, con esta firma, Chile queda expuesto a demandas de inversores extranjeros si, por ejemplo, implementa una política pública que no les conviene.
Para el senador PPD Ricardo Lagos Weber, quien además integra la Comisión de Relaciones Exteriores, la entrada en vigencia del tratado es algo positivo.
“Hoy se abre una oportunidad para las medianas empresas, también las pequeñas, aquellas lideradas por mujeres emprendedoras y para estos efectos esperamos que el Gobierno desarrolle una medida de información y de apoyo para sacar el máximo provecho”, aseguró el parlamentario.
Si bien Chile ya tiene acuerdos económicos con todos los países integrantes del TPP11, con este tratado podría acceder a rebajas arancelarias adicionales en 1.200 productos, de los cuales 444 supondrían una oferta exportable para el país, según indicaron desde la Subsecretaría de Relaciones Económicas Internacionales.
De los bienes con potencial de exportación para Chile, 60% corresponden a frutas, productos del mar, lácteos y carnes. Según la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), serían unos 3 mil los productos de su sector que se beneficiarían con esta rebaja arancelaria.
“Todos en el país nos veremos favorecidos por el empleo, el acceso a alimentos, la baja en el precio de los productos importados y el desarrollo, entre otros efectos positivos que este tratado generará”, dijo Cristián Allendes, presidente de la SNA.
Según datos del gobierno chileno, durante el 2021 los países integrantes del TPP11 representaron el 12,2% del PIB global y el 14,8% del intercambio comercial mundial.
Durante el año pasado, el monto que exportó Chile a este bloque de países significó el 14% del total enviado al mundo, mientras que las importaciones equivalieron al 8,6% del total.
El fracaso de las “side letters”
En octubre del año pasado, el Senado aprobó este acuerdo económico, a pesar de que el Gobierno no estaba a favor de tramitarlo. El Presidente Gabriel Boric, mientras era diputado, votó en contra del TPP11 el 2019 y la posibilidad de que se aprobara en el Congreso provocó varios roces en el oficialismo.
“Es totalmente cierto que el TPP11 no forma parte de nuestro programa. Como Gobierno, tenemos el deber de resguardar los intereses de Chile”, dijo el mandatario en su oportunidad.
159 organizaciones nacionales de distinto tipo: trabajadores, funcionarios de la salud, pequeños campesinos, indígenas y pymes enviaron una carta a La Moneda mientras se tramitaba el acuerdo en el Senado. “No es posible asegurar las garantías para la inversión sin garantías para el pleno ejercicio de los derechos económicos y sociales de nuestros pueblos”, decía la misiva.
La Cancillería resolvió entonces trabajar en las llamadas “side letters”, acuerdos paralelos para que quede sin efecto la competencia de tribunales en la resolución de controversias entre inversionistas, como transnacionales y los países integrantes del TPP11. Sin embargo, hasta el momento solo Nueva Zelanda ha firmado este acuerdo.