El gobierno británico presentó el miércoles un proyecto de ley sobre el mercado interno en el Parlamento, que le da el poder de tomar decisiones unilaterales en cuestiones comerciales en Irlanda del Norte. Este texto, que contradice en parte el acuerdo que rige su salida de la UE, complica las negociaciones que empezaron en marzo sobre la futura relación entre el Londres y Bruselas.
El Reino Unido abandonó la UE el 31 de enero pasado, pero ambos pactaron un periodo de transición hasta fin de año, durante el cual Londres sigue cumpliendo con las normas del bloque pero sin tener voz en sus decisiones, para darse tiempo de alcanzar un acuerdo que regule el comercio entre ambos.
En un texto publicado en el diario The Daily Telegraph, Johnson explica que se vio obligado a presentar el proyecto de ley sobre el mercado interno y reconoce que se trata de una violación del derecho internacional. Pero lo justifica por las "amenazas" de los europeos de "destruir la integridad económica y territorial del Reino Unido" mediante una "interpretación extrema" del texto de Brexit, que sin embargo fue "negociado de buena fe", consignó la agencia de noticias AFP.
Conflicto en puerta
"Se nos dice ahora que si no aceptamos las condiciones de la UE, esta utilizará una interpretación extrema del Protocolo de Irlanda del Norte para imponer una frontera comercial completa", dijo Johnson. Según él, Bruselas no solo podría imponer aranceles a los productos que entren en la provincia desde el resto del país, sino también imponer un "bloqueo" e impedir "el transporte de alimentos hacia Irlanda del Norte".
"Tal interpretación pondría seriamente en peligro la paz y la estabilidad" en la frontera entre la República de Irlanda e Irlanda del Norte, marcada por tres décadas de violencia hasta la firma del acuerdo de paz del Viernes Santo en 1998, dijo Johnson.
Londres y Bruselas pretenden llegar a un acuerdo sobre el comercio y las relaciones futuras antes de la cumbre de líderes de la UE el 15 de octubre, de forma que el acuerdo pueda estar listo para cuando expire el período de transición del Brexit, el 31 de diciembre. Si no hay un acuerdo comercial para el 1 de enero de 2021, el Reino Unido saldrá de la transición sin ese pacto y bajo las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC).