El Congreso que validó la victoria de Joe Biden no era el mismo que se había reunido catorce horas antes para empezar a contar los votos electorales de cada estado en los comicios de noviembre, como demostraron los destrozos en la sede de la Cámara de Representantes.
Después de casi cuatro horas de asalto de los seguidores de Trump, que marcharon hacia el Congreso incitados por el propio presidente saliente, los legisladores de ambos partidos consideraron importante retomar la misma noche del miércoles la sesión que interrumpió la inaudita insurrección en Washington.
Lo que se está diciendo
- Trump distribuyó un comunicado en el que se comprometía a "una transición ordenada el 20 de enero", cuando Biden llegará al poder, aunque volvió a mostrarse "totalmente en desacuerdo con el resultado de las elecciones".
- La declaración de Trump, publicada en Twitter por su asesor de comunicación Dan Scavino, fue probablemente lo más cerca que estará el mandatario saliente de reconocer la derrota en las elecciones, algo que ha prometido a sus seguidores que "nunca" hará.
- El vicepresidente saliente, Mike Pence, también dio un discurso destacando que "A quienes desataron hoy (miércoles) el caos en nuestro Capitolio: no han ganado. La violencia nunca gana",
Detalles
- La ratificación en el Congreso completó por fin un proceso electoral que comenzó el día de las elecciones y debía haber concluido cuando el Colegio Electoral -el órgano competente en este ámbito en EE.UU.- confirmó el triunfo de Biden, el pasado 14 de diciembre.
- La sesión en el legislativo estadounidense está prevista en la Constitución como un mero trámite ceremonial para corroborar que todos los estados han transmitido a Washington sus resultados en orden.
- Trump en plena deriva antidemocrática se empeñó en presionar a sus aliados en el Congreso y al propio Pence para que se arrogaran unos poderes que no les corresponden bajo la Constitución, e interfirieran en la sesión.
- Pence ya adelantó antes de que empezara el miércoles la reunión que no estaba dispuesto a hacerlo, rompiendo la lealtad acérrima que ha demostrado a Trump durante los últimos años, ante la imposibilidad de seguir sus deseos sin violar la Constitución.
Conclusión
- La insurrección de los seguidores de Trump en el Capitolio disuadió a al menos tres senadores republicanos de seguir adelante con su plan de respaldar el desafío en varios estados clave, y nadie en la Cámara Alta presentó objeciones al resultado en Georgia, Michigan, Nevada o Wisconsin, como estaba previsto inicialmente.
- Tras el consenso se declaró que el traspaso se dará de manera ordenada sin contratiempos y con el presidente saliente Donald Trump a favor (aunque mentalmente no acepta la derrota.)