En medio de casi dos meses de protestas y bloqueos en todo el país, el Gobierno de Colombia anunció que cambiará por decreto la definición de "manifestación pacífica" para que no incluya a los piquetes de calles o rutas, una de las formas de reclamar contra la política económica del presidente Iván Duque que más se sintieron en las últimas semanas.

"No constituye una manifestación pacífica aquellas que promuevan el empleo de medios para obstaculizar de manera temporal o permanente las vías o infraestructuras de transporte, así como tampoco las que se convocan con fines ilegítimos, promuevan la violencia o la estigmatización", informó el ministro del Interior de Colombia, Daniel Palacios a la prensa.

En esa misma línea, Palacios defendió el "uso legítimo de la fuerza" bajo los principios de "necesidad, legalidad, proporcionalidad y diferenciación para neutralizar daños graves que afecten al orden público y la convivencia", una advertencia que se suma a la masiva represión policial de las protestas de las últimas semanas que se saldó con más de 60 muertos, el último anoche en Calí, cientos de heridos y casi 100 desaparecidos.

El ministro destacó en sus argumentos que la decisión de cambiar el decreto nació como producto de las propuestas salidas de la Mesa Nacional de Evaluación de Garantías, pese a que en este diálogo, que terminó trunco, el llamado Comité Nacional del Paro, la plataforma de organizaciones y sindicatos que convocó las protestas a fines de abril pasado, exigía que se termine con la militarización de las calles y se ponga fin a la represión de todas las formas de manifestarse, incluidos los bloqueos.

Pese a que el Comité suspendió esta semana las protestas hasta el 20 de julio próximo, grupos de manifestantes, especialmente jóvenes, siguen bloqueando calles y rutas en varias partes del país.|