El programa de Innovación en Economía Circular presentado por Toyota, busca integrar tanto la gestión de residuos de la propia compañía como de autopartistas, concesionarios y otros proveedores. La iniciativa presentada junto con la nueva laguna de la Reserva Natural en la planta de Zárate y el Reporte de Sustentabilidad 2020, destaca los hitos conquistados a lo largo de su trayectoria como modelo de materia ambiental, social y económica.
El Programa de Innovación en Economía Circular nació de una iniciativa interna dentro del Innovation Lab desarrollado por las áreas de Recursos Humanos y Educación, bajo la idea de impulsar la creatividad y el espíritu emprendedor de los colaboradores.
Para conseguir hacer funcionar dicho modelo, deberán migrar del modelo de producción y consumo lineal de la industria hacia un sistema de economía circular y así mitigar la huella ambiental de la operación de Toyota. El proceso comienza con la clasificación de los residuos industriales en el punto de origen y su identificación con códigos de barra. Posteriormente, estos materiales serán revalorizados como insumos para la fabricación de autopartes de Hilux y el desarrollo de productos de merchandising.
Por medio de este proceso, han logrado recuperar 500 kg de material reciclado para la producción de 367.647 antenas; 491 kg de indumentaria en desuso destinada a la fabricación de 258 paneles insonorizantes y 767 kg de paragolpes para la elaboración de 10.373 nuevos parachoques. A su vez, se enviaron 47 toneladas de residuos para la generación de combustible alternativo (blending) para la industria hormigonera, lo que permitió ahorrar 25.380 m3 de gas natural. Por otro lado, se utilizaron 7.905 kg de plástico reciclado para fabricar 2.000 anteojos, 12 armarios, 100 conservadoras y 80 cajas plegables.
La tasa de reciclabilidad alcanzada durante 2020 fue de 87,8%. Este resultado no solo incluye al programa de economía circular sino también a otros procesos, como el que lleva adelante la planta de compostaje del predio de Zárate, que actualmente convierte en abono unos 100.000 kilos de residuos orgánicos al año.
La estrategia de Toyota está guiada por el Desafío 2050, establecido en 2015. Una de sus metas principales es alcanzar cero emisiones de CO2 en el ciclo de vida completo de todos sus vehículos, desde el abastecimiento de materiales y fabricación hasta su conducción, recarga y disposición final.
El compromiso a nivel mundial es que las plantas industriales alcancen cero emisiones en 2035. La adopción de energía eléctrica 100% renovable en la planta de Zárate, que prevé un ahorro de emisiones estimado en 38.168 toneladas de CO2 anuales, no es el único avance en este camino. El Reporte 2020 menciona además otras mejoras en eficiencia energética: la reducción del consumo de gas en el área de pintura y de electricidad en el área de prensa, o la optimización en los circuitos logísticos para disminuir el nivel de emisiones del transporte de partes y vehículos.
La reducción de emisiones de CO2 se complementa con la introducción en el mercado argentino del nuevo line-up de vehículos híbridos de la compañía. Además del Prius, el primer híbrido comercial de la historia, se ofrecen versiones híbridas de Corolla Sedán y Cross, Rav4, Camry y C-HR. El caso de Corolla significa un hito para la industria porque se trata del primer híbrido fabricado en América Latina. Durante 2020 también se alcanzaron dos metas históricas para la compañía: 1.500.000 de unidades producidas y 1.000.000 exportadas.|