En un contexto más que competitivo, donde las empresas continuamente están buscando maneras de ser más productivas y eficientes, se enfrentan a fracasos continuos que las convierten en monstruos burocráticos o rígidos donde se pierde valor. Una de las formas por las que se escapan de esos círculos viciosos es gracias a los empleados “irreverentes”, esas mentes que trasgreden las reglas, se mueven en la incertidumbre y desafían los riesgos.

Primero es importante entender por qué es necesario liberar o desarrollar a estos perfiles. En contextos de negocios tan competitivos y cambiantes, donde los ciclos duran cada vez menos y el consumidor está cada vez más cerca, estos intrapreneurs aportarán dinamismo e innovación. Ayudarán a navegar en ambientes totalmente inciertos donde nadie se animaría a tomar un reto. Naturalmente, tienen foco en la acción y en concretar sus ideas en cosas tangibles, sin importar cuanto tengan que negociar, persuadir o influenciar en los demás.

Es así como estos “llaneros solitarios” despliegan toda su cultura emprendedora en las organizaciones, la cual es definida como aquella que:

• Le trasmite a sus empleados un sentido trascendente, van más allá de la tarea de todos los días.
• Conviven y aceptan el fracaso, porque promueven la experimentación y eso implica que a veces las cosas salgan mal.
• Más que trabajar en equipo crean redes de colaboración que superan cualquier grupo.
• Establecen una base de confianza para actuar con libertad, que permite desafiar y traer cosas nuevas.
• Desarrollan la agilidad para aprender, traducen las experiencias rápidamente en lecciones aprendidas para aplicar rápidamente.
• Saben que para generar cosas diferentes hay que ir a buscarlas al borde, a la frontera, por eso animan a sus empleados a tomar riegos.
• Y finalmente crean ecosistemas para que surja lo nuevo, lo creativo, lo diferentes.

Si bien hay culturas dentro de las empresas que no cambian de la noche a la mañana debido a los procesos complejos que los atraviesan, es importante sembrar la semilla de un cambio y despertar a estos emprendedores. Para ello, a la hora de ir a buscar talento al mercado, es necesario crear contextos donde puedan actuar con libertad: un campo de acción donde se sientan que pueden tomar decisiones, y que se manejen libremente, crear redes de emprendedores internos y, al identificar alguno, hay que conectarlo con otro similar. Eso potencia su fuerza y también los ayuda a que no se desanimen ante la rigidez de la corporación.

Es importante enfocarse en desarrollar sus fortalezas, es mucho más potente que invertir en desarrollar de las debilidades, aunque en general en las compañías suelen mirar lo que falta desarrollar, es importante hacer el esfuerzo y apoyar las fortalezas de los intraprenuers. Y, por último, festejemos los fracasos para que nos enseñen y sean aprendizajes para el futuro.  ¡Rompamos las reglas para ser más irreverentes y crear nuevas cosas superadoras!|