“Como sociedad, a nivel ambiente nos encontramos un tanto adormecidos”, dejó entrever la actriz y conductora televisiva, Juana Viale al encarnar una cruzada a favor de la tierra, por medio de la campaña #Principios2021 que lidera desde enero el Grupo Atlántida y que como quinto mandamiento de sus doce escalones de reclamo social, predica con el ejemplo y augura por mejorar el bienestar de nuestro planeta.
“La palabra ‘tierra’ me remite a la esencia, al principio de la vida, del ser, de la especie; al principio del principio. Mucho más amplio que el globo terráqueo, que la Tierra, con mayúscula”, presenta sin preámbulos, Viale
Hoy la realidad no supera las dramáticas cifras: estamos entre los diez países que más desmontaron. El setenta por ciento del territorio argentino perdió sus suelos nativos. Apenas poseemos un tres por ciento de bosques. “Acá se destruye una hectárea cada dos minutos, lo que equivale a entre 20 canchas de fútbol por hora. Si bien existe la Ley de Bosques para proteger estos espacios, nunca se implementó en su totalidad. La deforestación representa la principal razón de pérdida de biodiversidad y extinción de especies en el planeta, además de constituirse en una de las causas centrales del cambio climático. Una locura dolosa y penosa”, informa la actriz.
Hace un tiempo ya, la conductora de La noche de Mirtha y Almorzando con Mirtha Legrand, colabora desde su lugar, a través de la difusión, y acompañando, desde 2012, a Emiliano Ezcurra, el director ejecutivo de Banco de Bosques, fundación que brega por su protección a través de una simple herramienta: identificar cada bosque nativo que sale a la venta con riesgo cierto de desmonte, e invitar a todos a ser parte de una gran comunidad de donantes de m2 del mismo, para que no caiga en manos de quien lo va a desmontar. Con tales donaciones, Banco de Bosques compra el lugar y lo transforma en un área protegida.
“¿Por qué no hacemos al revés de como sucede siempre, y en vez de desmontar los bosques, no generamos parques municipales, provinciales y nacionales que permitan conseguir, de la preservación, una ecuación rentable? Yo entiendo que el yacimiento de Vaca Muerta, en Neuquén, es un renegocio, pero cortoplacista. Si nos diésemos cuenta de que con nuestro hábitat podríamos encontrar un montón de maneras de capitalizar las energías renovables…”, se pregunta Juana.
“La naturaleza es sabia. Por eso a mí me duelen los actos contra ella, de inhumanidad: desde la tala de árboles, hasta la matanza furtiva y no furtiva… No puedo desligarme de la vida, de lo natural, no puedo –repite–. Tanto cuando veo tiran un árbol, matan a un animal o se tiran desechos al agua. “¡Si van al río!, ¡¡al mar!!, ¡¡¡si siguen un ciclo!!!” No logro entenderlo”, afirma quien en lo cotidiano apuesta a pregonar poniendo el cuerpo: planta árboles, cosecha su propia huerta y les enseña a sus hijos y amigos a ser “personas sustentables, cuidadosas con el ambiente”.
“¿Si soy optimista en cuanto al futuro del mundo y la naturaleza?”, se consulta a sí misma. “No sé, yo soy muy realista. A nivel global hay cambios que vienen haciéndose. Y las generaciones nuevas, portadoras de la voz de la tierra, están consiguiendo un eco bastante importante”. Respecto al ámbito nacional, entiende que “son pocos los que hacen mucho y hay mucho de lo que hacen y no se ve, porque el suyo es un trabajo minucioso. Como sociedad, a nivel ambiente nos encontramos un tanto… adormecidos, me parece. Uno puede aportar explicándole, enseñándoles a los suyos, a su familia, pero necesitamos alguna voz más fuerte, la participación del Estado, que se cumplan las normas de protección”, reclama.
La comprometida animadora de El Trece, invita a la reflexionar: “Quisiera insistir con que debemos tomar conciencia, pero hay que tener cuidado al usar en demasía esa palabra, para que no quede sólo como una palabra. Porque si no se cuida la naturaleza, si no se preserva, se extingue. Nuestro historial cuenta con especies, glaciares, bosques, lagos que desaparecieron. En lugar de tomar conciencia, mejor tomemos medidas”.
“Creo en la Pachamama, en la fuerza natural –puntualiza a la hora del balance–. No sé si existe una conciencia real del poder que tiene la Madre Tierra. El día que el agua, el aire y la tierra colapsen a la naturaleza, estaremos ante la tormenta perfecta. Son cuatro palabras tan pequeñas, pero a la vez tan grandes…”
Mientras la UNESCO pide que "la educación ambiental para el desarrollo sostenible sea un componente central de los sistemas educativos en todos los niveles para 2025", Atlántida los invita a sumarse a la causa Honrar la tierra usando los hashtags #Principios2021 y #HonrarLaTierra para visibilizar un tema que nos involucra a todos.|