¿Cómo somos como conductores? Los argentinos al volante tenemos características negativas, que muchas veces detectamos en los otros sin ver que también las realizamos cuando estamos al volante.
Para conocer la opinión sobre esta temática, el Observatorio Vial de CECAITRA (Cámara que nuclea a las empresas productoras de software vial) realizó un sondeo telefónico en hogares de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires, cuyos resultados dejan una imagen muy clara.
Agresividad al volante, una faceta peligrosa
La primera pregunta fue muy concreta: “¿Considera que los argentinos somos agresivos a la hora de conducir?”. Allí, el 38% opinó que los argentinos somos muy agresivos, el 34% bastante agresivos, y el 13% que somos poco agresivos. Sólo el 1% indicó que no somos agresivos y el resto no tenía una opinión definida sobre el tema.
“Nos resulta importante destacar que casi nadie respondió que los argentinos no somos agresivos. Es decir, que hay una visión casi unánime de que conducimos con una postura agresiva. El respeto entre conductores o entre los que conducen y los peatones, es elemental para un tránsito seguro. Desde CECAITRA siempre apelamos a salir a la calle con conciencia vial, tranquilos, respetando las normas, con atención y responsabilidad”, sostuvo Facundo Jaime, vocero de Cámara.
Sabemos que no respetamos las normas viales
Durante la encuesta también se quiso saber qué pensaban los argentinos en cuanto al respeto a las normas viales. La respuesta no sorprendió: para la mitad (50%) el respeto es bajo y para el 33% es muy bajo. Es decir, que 8 de cada 10 sostienen que los argentinos no son respetuosos con las normas de tránsito.
Del resto, el 5% dijo que el respeto es muy alto; el 8% alto y el 4% no eligió ninguna opción.
“Que una amplia mayoría sostenga que somos agresivos e irrespetuosos nos hace alarmar sobre los conductores que tenemos en el país. Hay una visión muy negativa de los argentinos al manejar, que lamentablemente coincide con la realidad, cuando vemos las cifras de los siniestros viales o de las víctimas por hechos del tránsito. Este comportamiento solo puede revertirse con educación y concientización vial, para que desde niños se reconozca la importancia del respeto al ser peatones o conductores”, dijo Jaime.
¿Son las multas la solución?
La última consulta buscó entender qué tan de acuerdo estaban los encuestados con la siguiente frase: “Las faltas de tránsito se deben a que las penas hacia los infractores no se aplican o son muy bajas”.
Allí, un 47% dijo estar muy de acuerdo con la idea; un 23% algo de acuerdo; un 15% algo en desacuerdo; un 8% muy en desacuerdo y el resto no eligió ninguna opción. Esto muestra que 7 de cada 10 encuestados sostienen que las penas hacia los infractores están mal aplicadas o son con costos muy bajos, y de esta manera, no impiden o previenen que los conductores las cometan.
Parece muy claro: es necesario un incremento en la educación vial y una mayor aplicación de las penalidades a infractores. Esto si queremos alejarnos de la imagen de conductor agresivo e irrespetuoso que forjamos en el inconsciente colectivo.|