Que Miguel de Cervantes era judío converso no se supo hasta mediados del siglo XX, pero que también era "bisexual u homosexual" es algo que tampoco se hizo público hasta entonces porque, de haberse sabido, hubiera sido "sentenciado a muerte", como lo afirma el libro Grandes maricas de la Historia, que saca del armario también a Isaac Newton y Miguel Ángel.
Álvaro J. Sanjuán, conocido como Otto Mas, es el creador del pódcast Grandes maricas de la Historia y el encargado de convertir en libro (Plan B) estas biografías que sacan a la luz la condición sexual de 17 hombres cuya homosexualidad no transcendió hasta mediados del siglo pasado.
"Aunque sus contemporáneos sabían de ello, se perdió en la historia porque no se convenía que grandes personajes como Leonardo Da Vinci fuera marica y no es hasta el siglo XX cuando conocemos esta información a través de sus cartas y otros documentos que nos indican que era homosexual", asegura Sanjuán a Efe en una entrevista.
"Cosas viciosas"
Y esto es lo que, según publica en el libro, sucedió con el autor de El Quijote, como también recoge el investigador francés Louis Combet en su estudio Cervantes o las incertidumbres del deseo, un documento en el que aborda lo que sucedió durante su cautiverio en Argel.
Una teoría sobre su homosexualidad que se sustenta en el hecho de que tras sus cuatro intentos de fuga de dos amos diferentes no fuera asesinado, que era lo que sucedía cuando un preso intentaba escaparse.
Pese a que las teorías apuntan que no lo mataban por ser un "activo económico", hay otros estudiosos a los que ha acudido el autor, como el cervantista francés Jean Canavaggio, que dicen que si siguió con vida fue por el "comercio carnal" que mantenía con su captor, el pachá de Argel Hasán Bajá.
Cuando Cervantes volvió a España, según continúa el autor, el escritor fue acusado de haber cometido en Argel "cosas viciosas, feas y deshonestas".
Pero también hay más muestras de la "bisexualidad u homosexualidad" del autor por otros documentos como el poema atribuido a Lope de Vega que pone en duda su virilidad o el hecho de ser un asiduo a las casas de juego, donde "eran habituales los prostitutos".
"Los cervantistas empiezan a investigar sobre los ambientes por los que se movía y ciertos episodios indican que era bisexual o homosexual, pero no se dejó escrito porque era una sentencia de muerte", concluye.
Otros "maricas"
Con el objetivo de "sacar del armario" a referentes para el colectivo homosexual, Sanjuán repasa también con lenguaje "coloquial" las biografías de otros "maricas" como Miguel Ángel, cuyo sobrino nieto cambió el género de los protagonistas de los poemas de su tío abuelo.
O cómo la destrucción "premeditada" de documentos ha ocultado a la historia hasta la segunda mitad del pasado siglo la homosexualidad del escritor danés Hans Christian Andersen o el primer presidente de Estados Unidos, George Washington.
"En el siglo XX, con la llegada del laicismo, los investigadores han encontrado testimonios en miles de bibliotecas. El título de este libro tiene la intencionalidad de integrar la palabra, antes la habíamos tomado como un insulto, y ahora nos autodenominamos así para quitarle el significado peyorativo", explica.
"Todos estos grandes maricas lo fueron en su momento y sus coetáneos lo sabían, han llegado a nuestra vida porque eran parte de la élite privilegiada, y esto les libraba de poder acabar en la hoguera", asevera.
A lo largo de estas páginas el lector podrá también conocer esa parte "borrada" en todas las enciclopedias de Alejandro Magno, Ricado I de Inglaterra, el compositor ruso Chaikovski, Francisco de Asís y Borbón, que fue rey consorte en España, y Leonardo Da Vinci.