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Isabel II dividida entre reinar al pueblo y el caos familiar

A días de despedir finalmente a su marido y compañero, el príncipe Felipe, la reina se encuentra ante la difícil situación de decidir qué familiares asistirán al entierro. Mientras tanto, el príncipe Harry, arribó a Londres sin Meghan y en plena pandemia. ¿Será el funeral una oportunidad para intentar cerrar la grieta entre los miembros de la familia real? Mira la nota.

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N&P

Después de un año marcado por la división, la familia real británica se reunirá de nuevo en su dolor el próximo sábado 17, unidos por el funeral del príncipe Felipe, duque de Edimburgo. Fue uno de sus deseos de que tuviera lugar en la capilla de San Jorge del castillo de Windsor y que transportaran su cuerpo en un Land Rover que él mismo ayudó a modificar. El príncipe Carlos liderará la procesión tras él, junto a sus hijos el príncipe Harry y el príncipe Guillermo.

En condiciones normales se esperaba que al funeral del duque de Edimburgo, fallecido el pasado viernes a los 99 años, asistieran 800 personas. Sin embargo, las restricciones acordadas en Reino Unido a causa de la pandemia impiden que se reúnan más de 30, por lo que la reina Isabel II tendrá que tomar la complicada decisión de quiénes quiere que la acompañen en la capilla de San Jorge del castillo de Windsor, donde se celebrará el funeral.

Se espera que se unan otros miembros senior de la realeza a la corta procesión desde la entrada del Castillo de Windsor hasta la capilla, pero las fuentes confirman que la reina no caminará junto al ataúd de su marido.

Tal como te lo contamos en https://negocios.com.ar/estilo/celebrities/el-gran-vacio-de-la-reina-isabel-ii/, la reina Isabel II dijo sentir "un gran vacío en su vida" tras la muerte de su esposo el príncipe Felipe.

Según lo previsto, a la ceremonia asistirán, además de la monarca, sus cuatro hijos: el príncipe Carlos, la princesa Ana, los príncipes Andrés y Eduardo, a quienes acompañarán sus respectivas parejas. También se prevé que asistan sus ocho nietos, el príncipe Harry incluido, de manera que si a su vez estos acuden con sus esposas y maridos -de momento solo está descartada Meghan Markle-, el número de familiares cercanos que podría presenciar el funeral asciende a cerca de una veintena de asistentes.

Las cábalas comienzan a partir de aquí, ya que la decena de invitaciones que quedarían disponible ni siquiera cubre el número de miembros oficiales de la extensa casa real británica.

La princesa Alejandra, por ejemplo, aún representa oficialmente a su prima Isabel II y era además muy cercana al duque de Edimburgo, pero parece ser que no asistirá al funeral. Tampoco lo hará probablemente el resto de primos del monarca que son miembros de la casa real. Todo apunta a que los duques de Kent, el príncipe y la princesa Miguel de Kent, y los duques de Gloucester, seguirán la ceremonia a través de una retransmisión en directo que se establecerá en especial para ellos, una solución que, les habría parecido bien a todos ellos.

Sí se espera, en cambio, a los hijos de la princesa Margarita, el conde de Snowdon y lady Sarah Chatto, que irían como sobrinos del duque, así como a Archie Miller-Bakewell, su secretario privado.

En otras circunstancias, no habrían faltado a la misa los miembros de otras familias reales europeas amigas de la británica como Constantino de Grecia, con quien el duque de Edimburgo “siempre estaba”, pero por culpa de la pandemia no será posible. Tampoco parece probable que acuda al castillo de Windsor ninguno de los bisnietos del duque de Edimburgo, el mayor de los cuales, Savannah Phillips, tiene solamente 11 años.

A partir de ahí, la mayor incógnita es si estará presente lady Penny Brabourne, una aristócrata muy amiga del duque de Edimburgo que al parecer le hizo mucha compañía desde que en 2017, decidió jubilarse y retirarse a vivir a una casa de campo en Sandringham.

Tampoco está claro si asistirán los descendientes de las cuatro hermanas del duque de Edimburgo, a quienes, Isabel II querría invitar como representantes de la familia alemana de su marido.

Otra posibilidad, es que asistan algunos representantes de las organizaciones de las que era patrono el duque de Edimburgo, aunque quizás estos prefieren rechazar la invitación para hacer sitio a la familia. Es la decisión que ha tomado por ejemplo el primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, que ya ha anunciado que no irá al funeral para que así haya sitio para un pariente más.

La vuelta de Harry

Será la primera vez que veamos en público al príncipe Harry desde la misa por la Commonwealth celebrada en marzo de 2020, que fue el encuentro público final de él y de Meghan Markle, antes de dejar su vida como miembros senior de la realeza.

En el momento la prensa se llenó de reportes que afirmaban que Guillermo y Harry no se hablaban y pareció existir una tensión visible entre los Cambridge y los Sussex durante la misa.

Aunque Harry y Guillermo supuestamente han hablado después, Harry dejó Reino Unido en términos difíciles. Definió que la relación con su hermano, en ese momento, era el “espacio”.

Guillermo y Harry han estado en contacto durante los días posteriores al fallecimiento de su abuelo, y varios miembros de la familia esperan que el funeral de Felipe sea una oportunidad para que los hermanos se reúnan en privado y comiencen a curar su relación. “Harry ha estado en contacto con su padre, con su hermano y con su abuela”, revelaron, “Le contaron la noticia de su abuelo al mismo tiempo que al resto de la familia y está sufriendo como el resto”.

A pesar de ser un viaje a casa emocional y doloroso para el príncipe Harry, el palacio de Buckingham confirmó que Meghan, que va a dar a luz este verano, no volará para asistir al funeral, siguiendo el consejo de su médico. Una fuente cercana a los Sussex contó que la duquesa hizo “todos los esfuerzos posibles” por sumarse a su marido en el viaje, pero decidió no volar a Reino Unido por razones médicas.

Harry se hará pruebas y tendrá que pasar una cuarentena de cinco días. Se dice que quiso volver a casa tan pronto como fue posible tras conocer la noticia de la muerte de su abuelo, para poder reunirse con su familia. Algunas informaciones apuntan a que se quedará en Frogmore House en Windsor, la casa de la pareja, que se encuentra en las inmediaciones del castillo de Windsor.

La primera persona a la que Harry verá será, seguramente su abuela. Ambos han permanecido en contacto regular desde que Harry se fue de Reino Unido y hablan a menudo por teléfono y por Zoom.

Aunque siempre permanecieron unidos, principalmente por su amor común y su vínculo con lo militar, la relación de Harry con su abuelo se debilitó durante el último año. Según la biógrafa del duque de Edimburgo, Ingrid Seward, Felipe estaba tan decepcionado con la decisión de su nieto de dejar sus deberes reales que no se reunió con Harry durante su visita a Sandringham.

Según Robert Lacey, autor del libro Battle of Brothers (Batalla de hermanos), “el funeral del príncipe Felipe será un recordatorio de las distinciones entre los miembros trabajadores de la familia real británica y la familia de sangre. “ahora la familia –los hermanos en particular– se puede concentrar en reconstruir sus relaciones humanas, y me atrevería a creer que la solemnidad de la muerte de su abuelo y el tiempo tranquilo juntos en familia brindarían, paradójicamente, una ocasión muy estimulante para empezar ese hermano a hermano. Si ellos quieren. El hecho de que Meghan no esté allí –por una razón familiar muy buena– podría, de hecho, ayudar en ese sentido”, añadió.

La imagen de los hermanos y su padre andando por detrás del ataúd de su abuelo despertará recuerdos de ambos andando de niños por detrás de la comitiva de su madre en 1997, cuando Guillermo tenía 15 años y Harry solo 12. Entonces, ninguno de ellos se sentía capaz de hacer ese largo y terrible paseo, pero aceptaron hacerlo cuando el príncipe Felipe les dijo que iría con ellos para apoyarlos.|