Para Isabel II la edad no es más que una cifra como otra cualquiera. Por eso, la monarca más longeva de la historia de Reino Unido ha rechazado el premio Oldie of the Year ("El Viejito del Año"), un y cuya ceremonia de entrega presidió ayer Camilla de Cornualles en el hotel Savoy de Londres.
“Su Majestad cree que uno es tan mayor como se siente, por lo que considera que no cumple los requisitos necesarios para aceptar el premio y espera que encuentren a alguien que lo merezca más”, escribe el secretario privado de la reina Isabel II en una carta publicada por la revista The Oldie.
Curiosamente, Felipe de Edimburgo sí aceptó este premio en 2012. El difunto consorte de la reina Isabel tenía 90 años e hizo gala de su sentido del humor, escribiendo en su carta de agradecimiento que “no hay nada mejor para la moral de uno que le recuerden que los años pasan cada vez más rápido y que las piezas han comenzado a salirse de su montura original”.
En la lista de premiados con el Oldie of the Year figuran otros famosos como el pintor David Hockney o la actriz Olivia de Havilland, fallecida el año pasado a los 104 años. Camilla entregó el galardón a personalidades como Delia Smith, una popular cocinera británica, o el exfutbolista Geoff Hurst. La esposa del príncipe Carlos pronunció un discurso en el que aseguró que al hacerse mayor no todo son desventajas. “Ver a los hijos crecer, disfrutar de los nietos, tener más tiempo para leer y asistir a almuerzos tan alegres como este”, enumeró Camilla. A esta lista, su suegra podría haberle añadido montar a caballo o conducir, aficiones que, aunque recientemente haya tenido que renunciar a su Martini diario, Isabel II aún sigue practicando.|