La diva, de 77 años, fue hospitalizada por presentar un nivel bajo de saturación, pero permanece en una habitación común, sin respirador. Si bien no puede hablar mucho porque se agita, está de buen ánimo y pasó una buena noche, según pudo saberse. "Susana está bien, es normal que entre el día 6 y 8 (de la enfermedad) la tos moleste más. Le están haciendo todos los estudios que le tienen que hacer. Está súper cuidada, contenta. Está bien", explicó su hermano, Patricio Giménez, a través de sus redes sociales.
Trascendió que en caso de que no regrese a la Argentina, es probable que la animadora sea trasladada a una clínica de mayor complejidad en Montevideo. Susana Giménez recibió la segunda dosis de la vacuna de Pfizer en el Campus de Maldonado el viernes 4 de junio y al día siguiente comenzó a presentar síntomas compatibles con el virus.
Tanto ella como su hija, Mercedes Sarrabayrouse, se testearon y dieron positivo, pero no quisieron hacerlo público. Desde que se instaló en Uruguay, a fines de mayo de 2020, la diva se recluyó en su mansión "La Mary" y se mantuvo muy estricta con los cuidados para prevenir los contagios del virus.
Según trascendió, solo veía a su hija, con quien convive, su nieta que actualmente está en Estados Unidos, y su hermano, y cada vez que alguien quería ir a visitarla, pedía que previamente se hisoparan.En una reciente charla con el programa "Pan y Circo", que conduce Jonatan Viale por Radio Rivadavia, Susana indicó: "No me dan ganas de volver a la Argentina. Mi casa no tiene el aire como acá. Extraño algunas cosas y a mis amigos".
"Pienso que si esto tiene algún arreglo, volvería. Pero no quiero Argenzuela. No voy a volver en Argenzuela. Trabajé mucho en Venezuela y se me caen las lágrimas... La gente está deprimida, no hay laburo y el trabajo es lo principal. No se puede vivir de un bono, de mendigar. No es así. Se perdió la cultura del trabajo", agregó y generó polémica con sus dichos.|