Es habitué que para las fiestas navideñas, la monarca viaje a su estancia en Sandringham, pero debido al reciente aumento de los casos de Covid pertenecientes a la variante Ómicron, ha decidido suspender su estadia en Sandringham, e incluso, canceló el almuerzo familiar previo a las fiestas que suele celebrarse en el palacio de Buckingham.
Así que este año no veremos a la familia real británica paseando camino a la iglesia de buena mañana. En su lugar, la reina se quedará en el castillo de Windsor, donde ha residido durante la mayor parte de la pandemia, y celebrará las fiestas desde allí. Esto refleja el actual “enfoque cauteloso” de la familia real británica. La reina seguirá recibiendo las visitas de varios familiares inmediatos durante estas fechas señaladas.
Se trata del segundo año en el que la monarca ha optado por quedarse en Windsor en lugar de llevar a cabo sus tradicionales viajes navideños, pero este es el primero en el que tendrá que pasar las navidades sin su marido, el difunto Felipe de Edimburgo, que falleció el pasado mes de abril a los 99 años.
Inclusive, la comida previa a las vacaciones de Navidad suele celebrarse en el palacio de Buckingham, pero este año iba a celebrarse en el castillo de Windsor. A este almuerzo suelen acudir docenas de invitados, entre ellos el príncipe Guillermo, Kate Middleton, sus tres hijos y muchos otros más, entre hijos, nietos y bisnietos de la monarca.|