Queriendo causar daño o no, una usuaria de twitter escribió un mensaje muy agresivo contra la actriz, acusándola de teñir  a su pequeña hija Matilda y de quemarle el cabello.  Indignada por la viralización de dicha opinión, Luciana Salazar contradijo lo expuesto y recurrió a iniciar acciones legales a Twitter y Google por difundir dicho mensaje y generar un potencial daño en la niña.

“La gente que no es feliz rompe muchos las pelotas", había dicho la actriz y añadió: “No voy a permitir que me ataquen y mucho menos a mi hija. Las redes sociales tiene que ser un espacio de libre expresión respetando al otro y no una cloaca de odio. No se puede permitir que se agravie a las personas y mucho menos a menores de edad, con el enorme daño que eso genera".

Fue así, que con la gestión de su abogado Yamil Castro Bianchi, la mediática logró que en cuestión de días la plataforma de Twitter suspendiera la cuenta de la usuaria que emitió el polémico posteo por ostentar violencia verbal y psicológica contra una niña de 4 años.

“Las acciones que iniciamos hasta el momento fueron realizadas ante la justicia civil y comercial federal. Iniciamos lo que se conoce como "acción preventiva del daño", como así también la gestión de reclamos extrajudiciales para que los demandados cesen en su accionar”, comentó el abogado en exclusiva a Negocios & Política.

“En lo que respecta a Twitter estamos muy conformes con el resultado obtenido, ya que en la plataforma no se visualizan más los mensajes por los que formulamos la acción. Esto no quiere decir que cese la responsabilidad, porque un daño fue creado y será cuestión de que finalice la feria judicial para analizar todos los extremos y demandar en consecuencia”, añadió.

 A través de sus historias de Instagram, Luciana Salazar acompañó el logro: "Twitter suspendió temporalmente la cuenta que publicó barbaridades ofensivas sobre Matilda hasta que borrara el tuit. Twitter admite que lo que se decía violentaba y lastimaba los derechos de la menor. Lección también para los portales que replicaron algo tan desagradable".

Mientras tanto, continúa el reclamo en contra de Google. El letrado también refleja en este nexo una gran verdad: “la justicia civil actuó en forma preventiva, para que el daño no se siga produciendo. Pero el daño existió y hay alguien que se esconde detrás de estos usuarios. Hoy en día existen fiscalías en investigar situaciones como estas, y se cuenta con la tecnología y recursos necesarios para lograr dar con el usuario que haya estado detrás de todo esto. En este caso al existir una damnificada menor de edad todo se agrava para quien sea acusado, debido a que se tiene en cuenta este elemento cuando se valora la pena”.

En cuanto a esto, continuó explicando a Negocios & Política el accionar de la justicia: “para encontrar a un usuario, el fiscal le solicita al juez de turno que gire un requerimiento oficial a la entidad (Twitter Google), estos brindan los usuarios, los datos vinculados a estos y el número de IP, que vendría a ser la identificación del equipo desde donde se realizaron los ataques”.

“Con el número de IP, la fiscalía ya puede identificar al proveedor de internet y requerirle que informe los datos del titular del servicio. Es ahí donde se requiere un allanamiento del domicilio a los fines de proceder al secuestro de todos los elementos electrónicos (modem, pc, teléfonos) y definir la identidad del responsable”, cerró el letrado.|