La última ofrenda en sus altares se presenta en formato película: Spencer, dirigida por Pablo Larraín, explora cómo Diana luchó con la gigantesca decisión de desviarse de su camino en la realeza y poner fin a su matrimonio con Carlos de Inglaterra, y sigue a la princesa durante las vacaciones de Navidad de 1991 en Sandrigham. Tres días críticos que se conocen como el fin de semana que cambió para siempre a la familia real británica. Y la ropa, como no podía ser de otra forma cuando hablamos de tanto de Diana como de cine, juega un papel fundamental a la hora de contextualizar al personaje.
Si esta Diana llega a conectar con el público será en gran parte por dos piezas clave: la primera, la diseñadora de vestuario de la película, Jacqueline Durran. Ganadora de dos Oscar como figurinista de las películas Mujercitas y Anna Karenina, suyo es el legendario vestido verde de Expiación, con lo que tablas no le faltan a la hora de recrear la forma de vestir de mujeres de fuerte carisma. La segunda pieza clave en la construcción del personaje es la actriz que interpreta el papel de Lady Di: Kristen Stewart, talento cinematográfico aparte, es embajadora de la casa Chanel desde 2013, una buena relación que ha favorecido y mucho el poder bucear en el archivo de la maison francesa para vestir a esta nueva Diana. Estos son todos los atuendos que hemos podido ver en el avance de Spencer, esta es su historia y así los llevó, de verdad, la princesa del pueblo.
El tráiler de Spencer muestra a Kristen Stewart con un abrigo de tartán casi idéntico a uno de Catherine Walker que a Diana le encantaba y que usó repetidamente a finales de la década de 1980 y principios de la de 1990. La chaqueta utilizada en la película proviene de la colección 1988/1989 de Chanel, gracias, sin duda, al papel de Stewart como embajadora de la marca.
Los pendientes de perlas, el zafiro de compromiso. Todos los detalles están recreados. En la imagen, Diana con su abrigo favorito en una visita que realizó a Portsmouth en enero de 1989.
Aquí Kristen Stewart aparece vistiendo una blusa negra y un abrigo rojo de tweed extraído de los archivos de la colección de prêt-à-porter otoño - invierno 1988/1989 de Chanel. Rematado con un sombrero con velo, parece estar inspirado en el atuendo que usó la princesa el día de Navidad en Sandringham en 1993, la siguiente a su separación del príncipe Carlos.
Aunque la película imagina unas Navidades como momento decisivo en la vida de Diana, la separación se anunció el 9 de diciembre de 1992 y en realidad, el día en que Diana sí llevó este atuendo en Sandrigham fue un año después, el 25 de diciembre de 1993.
Pocas veces vimos a Diana vestir de amarillo, un color asociado a sus primeros años como princesa, cuando lo llevaba en tonos suaves como mimosa o mantequilla. En el tráiler de la película vemos a Diana angustiada corriendo por los jardines de la gran finca, vestida con un traje de falda y un sombrero a juego que recuerda mucho a otro en tono rosa que sí utilizó la princesa en 1989 pero con la licencia creativa de evocar la dulzura de "shy Di" a través del color.
Octubre de 1990. Diana regresa, acompañada de sus hijos Guillermo y Enrique, a la catedral San Pablo de Londres donde se había casado nueve años antes. La princesa llevana el conjunto rosa con detalles violeta diseñado por Catherine Walker que inspira el look de la película.
Para situar al personaje fuera del invisible pero evidente corsé de la agenda oficial, la figurinista Jacqueline Durran ha elegido con intención una "varsity jacket", esa chaqueta que debe su nombre a una contracción de la palabra universidad en inglés y que se popularizó en los campus estadounidenses. Una prenda relajada e informal con la que los fotógrafos captaban a Diana lejos de sus actos oficiales, cuando dejaba a sus niños en el colegio.
Si bien las noches de gala y glamour de Diana acaparaban portadas y flashes, su estilo fuera de actos oficiales también era remarcable. Una de sus prendas casuales era una chaqueta universitaria de los Philadelphia Eagles, una pieza que muchos fanáticos de la realeza consideraron demasiado estadounidense para que lo utilizara una "royal" británica.
En el cartel de la película aparece Kristen Stewart desplomada sobre el suelo, aparentemente abrumada por la emoción, con un espectacular vestido blanco de gala (una joya de archivo de Chanel) en una imagen tan dramática como delicada. Aquí Durran no replicó ningún look exacto que utilizara la princesa Diana, pero dos significativos vestidos blancos sí parecen haber servido de inspiración.
Lady Di llega a la Royal Opera House de Londres para el estreno de Iván el Terrible con este romántico vestido blanco decorado con detalles dorados, una creación de los diseñadores David y Elizabeth Emanuel, los mismos que hicieron su vestido de novia. Pertenece a una colección inspirada en los icónicos montajes escénicos que Léon Bakst hizo para los ballets rusos de Diágilev, está confeccionado en seda y va bordado con lentejuelas doradas, cristales y perlas conformando una especie de corpiño. Cuentan que Diana se prendó de él en un desfile benéfico y lo estrenó una noche de julio de 1986, en la cena celebrada en honor de la Reina en la residencia del Embajador alemán en Londres.
Este vestido blanco de escote palabra de honor fue diseñado por Victor Edelstein. Diana lo llevó durante un viaje a Nueva York en 1989, en una noche de ópera, y sobre el mismo añadió una chaqueta bolero. La ausencia de tirantes, los bordados, los pendientes de perlas: son muchas las similitudes entre este atuendo y el que encabeza el cartel de la película.
Fruto de la buena relación entre Kristen Stewart y la casa Chanel es la recuperación de este vestido de organza de la colección de alta costura de la primavera de 1988 de la firma francesa. Adornado con lentejuelas redondas, ovaladas y en forma de hoja de oro y plata, qsus dibujos forman ramas florales. El vestido fue rehecho para Spencer en el taller de Chanel y requirió 1.034 horas de trabajo por parte de cinco costureras.|