Desde hace más de medio siglo, cuando el mundo "mágico" de Disney estaba en vías de desarrollo en Florida, dicho estado de EE.UU. le concedió a la empresa una "condición especial" de gobierno propio.
Sobre su territorio, que comprende unos 100 kilómetros cuadrados, la compañía tiene los mismos poderes que cualquier otro condado floridiano. Cuántos impuestos se cobran, cómo se invierten, la seguridad y hasta la dirección de dos ciudades son decisión de Walt Disney World Resort.
El área, donde están construidos los parques temáticos, hoteles y demás instalaciones recreativas de la empresa, se llama The Reedy Creek Improvement District (RCID) o "distrito de impuestos especiales".
Sin embargo, este "estatus especial" está amenazado tras la legislatura de Florida aprobar una ley para que quede eliminado en junio de 2023. La medida fue aprobada luego de una serie de choques entre la compañía y el gobernador republicano Ron DeSantis.
Las diferencias iniciaron porque Disney ha mostrado oposición a una controvertida ley que prohíbe hablar sobre orientación sexual e identidad de género en las escuelas primarias del estado. Bautizada por sus críticos como la ley Don't Say Gay ("No digas gay"), permite también que los padres presenten demandas contra los distritos escolares si algún educador viola las disposiciones de la ley.
Como represalia, el mandatario, de quien se habla como posible candidato para la Casa Blanca en 2024, exhortó a la legislatura dominada por su partido a revertir la fórmula de "gobierno propio" de la empresa. .
¿Por qué fue creado el RCID?
A mediados de la década de 1960, luego de la popularidad alcanzada por Disneyland en California, el creador de este imperio del entretenimiento, Walt Disney, comenzó la planificación de un segundo parque temático, pero esta vez en la costa este del país.
En ese entonces, el centro de Florida, donde se ubican los condados de Orange y Osceola, estaba en pleno desarrollo, con la construcción de nuevas carreteras y una gran autopista cercanas a un aeropuerto.
Disney vio una gran oportunidad para establecer en la zona su proyecto y compró miles de hectáreas que, según la propia página web del RCID, en aquel momento suponían un grupo de tierras baldías y pantanosas, sin infraestructura de servicios básicos. En 1967 la legislatura del estado creó el RCID, lo que permitió al gigante del entretenimiento construir su enorme complejo fuera del marco regulatorio de los condados adyacentes, pero con la condición de que se responsabilizara de su desarrollo sin inversión gubernamental.
El distrito especial está compuesto por los parques temáticos y las ciudades Lake Buena Vista y Bay Lake. Dentro de sus límites hay 19 "dueños de terreno", entre los que se encuentran Disney y sus subsidiarias. La compañía debe encargarse de asuntos tan diversos como la generación y distribución de energía, reglamentar los códigos de construcción, así como la policía, emergencias médicas y los bomberos.
El RCID financia sus operaciones mediante impuestos, tarifas a propietarios y arrendatarios, los ingresos por los servicios públicos y la emisión de bonos. Una junta de supervisores de cinco miembros elegidos por los propietarios gobierna la zona. Además, el distrito cuenta con acuerdos intergubernamentales para manejar la vigilancia y el sistema judicial.
¿Por qué es amenazado por DeSantis?
La ley "Don't Say Gay" fue propuesta por la mayoría republicana de la legislatura estatal y firmada por DeSantis el pasado 28 de marzo. Disney, presionada por sus empleados, que realizaron protestas mientras el proyecto era discutido y enviaron cartas a sus directivos, anunció que retirará los donativos políticos al Partido Republicano en la Florida.
También expresó que su meta como empresa es que la legislación sea revocada o derrotada en las cortes.
"Nuestros empleados ven el poder de esta gran compañía como una oportunidad para hacer el bien. Yo estoy de acuerdo", dijo el CEO de Disney, Bob Chapek, en declaraciones al medio estadounidense Politico. Chapek, además, se disculpó porque en un principio la empresa evitó expresarse sobre el proyecto.
Las donaciones de Disney a los republicanos en el ciclo electoral de 2020 ascendieron a US$913.000, mientras que la contribución directa para DeSantis fue de US$50.000. En medio de la controversia, los intercambios entre la empresa y el primer ejecutivo de Florida no han cesado. Incluso el mandatario indicó, luego de las declaraciones de Chapek, que Disney "se pasó de la raya".
¿Qué pasaría si se revierte el RCID?
Jenniffer Bradley, una senadora estatal del Partido Republicano y quien apoya la pieza legislativa aprobada este jueves, dijo hace unos días que los distritos de impuestos especiales tendrán que ceder sus poderes a los condados en los que se encuentran sus territorios una vez culmine la transición en 2023.
Además, tendrán la oportunidad de cabildear ante la legislatura para que la decisión sea revertida. No obstante, ni DeSantis ni los legisladores han ofrecido más detalles sobre lo que sucedería si termina el estatus de RCID.
De acuerdo con medios estadounidenses, los gobiernos locales en donde operan tendrían que asumir los gastos de infraestructura, lo que en el caso de Disney representa miles de millones de dólares.
También supondría un reto administrativo y regulatorio por la realidad de la empresa como un área turística que recibe millones de visitantes anualmente. El impacto que tendría para la compañía, que emplea a unas 80.000 personas, tampoco está claro.|