La reputación del príncipe Carlos, heredero al trono británico se encuentra amenazada por un nuevo escándalo, tras haber aceptado una maleta que contenía 1 millón de euros en efectivo de un controvertido político qatarí. Fue el primer millón de una donación de tres millones de euros del entonces primer ministro de Qatar, Sheik Hamad Bin Jassim al Thani destinado a las organizaciones caritativas del heredero y a su palacio escocés.
La Charity Comission, la organización que supervisa las donaciones a las organizaciones de caridad en Gran Bretaña, anunció que está revisando las informaciones de las ayudas y donaciones a The Prince of Wales Charitable Foundation. Clarence House, el palacio donde vive el heredero británico, aseguró que están permitidas las donaciones en efectivo en las organizaciones de caridad y que el proceso fue “correcto”.
“Fueron inmediatamente entregadas a una de las organizaciones caritativas del príncipe, que llevó adelante el proceso correcto”, dijo un vocero. Según los controladores de esos fondos fiduciarios, las donaciones fueron legales y el efectivo “fue la forma elegida por el donante”.
El dinero fue depositado en una cuenta del banco Coutts, en una de las cuentas del Prince of Wales Charitable Fund, una entidad que subvenciona los proyectos privados del príncipe y su palacio escocés.
Según The Sunday Times, el jeque Hamad, de 62 años, le entregó al príncipe 1 millón de euros, que supuestamente estaba metido en bolsas de Fortnum & Mason, el tradicional almacén británico frente al hotel Ritz, que tiene un “warrant” de la Casa Real para proporcionar comestibles y té al príncipe.
Después de que el heredero al trono aceptara la maleta, se la entregó a dos asesores de la casa real, que contaron el dinero a mano. Eran billetes de 500 euros, una denominación apodada "bin Laden" debido a su vínculo con la financiación del terrorismo, y que desde entonces ha sido descontinuada.
Los asistentes del palacio luego le pidieron a Coutts, el banco de la realeza, que recogiera el efectivo. Se cree que el banco privado, que tiene su sede en Strand, en el centro de Londres, y ha servido a la familia real durante siglos, recuperó la maleta de la residencia de Carlos en Londres.
Cada pago se depositó en las cuentas del Fondo Benéfico del Príncipe de Gales (PWCF, por sus siglas en inglés), una entidad de bajo perfil que otorga subvenciones que financia los proyectos favoritos del príncipe y su finca en Escocia. No hay ninguna sugerencia de que los pagos fueran ilegales.
Las reuniones del príncipe con Sheikh Hamad no aparecen en la Circular de la Corte, la lista de compromisos oficiales asumidos por miembros de la realeza que trabajan diariamente para la Corona. Carlos visitó Qatar repetidamente después de aceptar el efectivo, incluso durante el mandato del jeque Hamad. La política de obsequios reales establece que los miembros de la familia real pueden aceptar un "cheque" de un patrocinador o en nombre de una organización benéfica. Nada dice del efectivo.
La política británica también está investigando una cultura de "dinero por acceso" en Clarence House, la casa del príncipe, incluida la venta de honores. El año pasado, Michael Fawcett, el ex mayordomo y confidente más cercano de Carlos, arregló un OBE (Orden del Imperio británico) para un multimillonario saudita.
Esta “donación” es incómoda para la Casa de Windsor, cuando atraviesa una de las peores crisis de su historia. El príncipe Andrés fue prohibido en la Familia Real por decisión del príncipe Carlos y su hijo William por su vinculación con el affaire Epstein, a pesar del acuerdo judicial con la supuesta víctima. No lo dejan regresar.
No se ha resuelto aún la crisis entre él y su hijo, el príncipe Harry, que lo acusó de no financiar su partida, cuando se había comprometido a hacerlo, tras quitarle todos los cargos honoríficos porque se iba de la Familia Real. Harry también mencionó que él había rechazado las ofertas de donaciones del empresario saudita, que está acusado de ofrecer dinero a cambio de honores, porque le parecieron sospechosas.
El príncipe Carlos ha esperado toda su vida para reemplazar a su madre. La reina tiene problemas de movilidad y él se está comportando como un regente de ceremonias, con gran poder de decisión.
El interrogante es si frente a estas repetidas operaciones de donaciones dudosas, el heredero tiene la capacidad para no poner en riesgo el futuro de esta monarquía tradicional que es la Casa de Windsor, cuya madre ha liderado por 70 años irreprochablemente. ¿Es que la sucesión saltará al príncipe William? ¿Otra pesadilla de abdicaciones para la corona?
Sheikh Hamad se desempeñó como primer ministro y ministro de Relaciones Exteriores de Qatar entre 2007 y 2013. Durante ese tiempo, controló el fondo soberano de riqueza de $ 250 mil millones del país y supervisó inversiones de alto perfil del estado del Golfo en Harrods, el edifico Shard y la Villa Olímpica de Londres.
También construyó estrechos lazos con la realeza británica. Qatar le dio a Charles un caballo de 147,000 libras llamado Dark Swan y contribuyó al mantenimiento de uno de sus castillos en Escocia. El Sheikh Hamad, cuya riqueza personal alguna vez se estimó en 12 mil millones de dólares, continúa pasando varios meses al año en el Reino Unido, un reino que considera su segundo hogar.|