La vida de Rosa María Juana Martínez Suárez podría considerarse una experiencia única en la historia de la humanidad. Desde que era pequeña y daba sus primeros pasos en Villa Cañás, la localidad santafesina donde nació, supo que su objetivo era ser famosa y reconocida por toda la sociedad argentina.

Al día de hoy, con el recorrido inigualable e ininterrumpido que tuvo su carrera se puede decir con total certeza que lo consiguió, aunque con una identidad diferente: Mirtha Legrand, su nombre artístico. Sin embargo, el camino fue largo y ella se preparó desde pequeña junto a su hermana “Goldy” tomando clases de canto, recitado, piano, zapateo americano, danzas clásicas y españolas y artes escénicas.

Semejante entrenamiento le valió para que pudiera probarse en Buenos Aires, a donde se mudó tras fallecer su padre. Obtuvo su debut a los 13 años, en una producción llamada “Hay que educar a Niní” encabezada por la gran Niní Marshall y luego saltó sin escalas a su primer protagonismo en Los martes, orquídeas, de Francisco Mugica. La popularidad que cosechó de esta participación la llevaron a tener su primer representante, Ricardo Cerebello, quien le sugirió el nombre Mirtha Legrand, del que no se despegó nunca más.

Pero más allá de su participación en la época de oro del cine nacional, lo que catapultó su carrera fue su intromisión en el mundo del espectáculo televisivo. Para ese momento, el perfil profesional de Legrand había adoptado un perfil diferente, con producciones menos inocentes que las de sus primeras interpretaciones. En esto, mucho tuvo que ver su marido de origen francés Daniel Tinayre, a quien conoció en el ambiente por ser realizador audiovisual, y que fue clave en su aparición en la pantalla chica.

El giro profesional para ascender a leyenda

En 1968 dio inicio a sus almuerzos en la televisión abierta. El programa le dio a Mirtha Legrand la posibilidad de ser ella misma, sin necesidad de representar roles ni personajes desde los que expresar sus ideas e interpelar a su público. Desde entonces, la actriz devenida en presentadora, amasó una fama sin precedentes por sus conversaciones con referentes de la cultura y la política de la época. Su estilo hizo que se ganara tanto el amor como el odio de millones de personas, por sus opiniones políticas como así también la dirección que tomó su trabajo durante la última dictadura militar.

Más allá de eso, la diva se mantuvo vigente durante toda su carrera, cambiando formatos y canales desde donde mantener el rating, resistiendo incluso a la caída de los números de audiencia con la aparición de las nuevas tecnologías de comunicación.

El gran freno para Legrand fue la pandemia del coronavirus que obligó a la conductora a mantenerse resguardada sin poder protagonizar su show, del que pasó a hacerse cargo su nieta Juana Viale y que continúa ocupando su lugar en la actualidad.

Saludos y festejos por el aniversario n° 95

En las redes sociales, multitud de usuarios plasmaron hoy comentarios acerca de la presentadora, que se comunica a través de unas pocas y dispersas apariciones en los últimos tiempos. Lo propio han hecho muchos de sus colegas, referentes y personas del medio que han tenido el agrado de compartir experiencias con la autodenominada Leyenda argentina.

El mensaje más esperado, por supuesto, fue el de nieta y heredera Juana Viale que escribió en su cuenta oficial de Twitter: “Feliz cumpleaños, abuelita linda. Decirte que te quiero y te amo, y que seamos felices el tiempo que nos queda, que lo disfrutemos, que salgamos, que vivamos, que nos abracemos”.

Mirtha tiene previsto festejar su cumpleaños en su domicilio de Buenos Aires junto a alrededor de 25 invitados, a quienes pidió acudir con un detalle de color rosa, su color favorito, y respetar un rígido protocolo anticovid, según publicó El Trece, canal que emite La noche de Mirtha y Almorzando con Mirtha Legrand.

Sobre su vuelta definitiva a la TV, todavía no hay una fecha concreta para que retome la conducción de sus programas, aunque intervino en algunos especiales tomando la posta en lugar de su nieta. Y a pesar de que a fines de septiembre sufrió un problema coronario por el que permaneció más de 10 días internada, su principal inquietud pasa por volver a pisar un set de televisión. Con 80 años de trayectoria, es ineludible reconocer a Mirtha Legrand como un ícono total de la cultura argentina, en todas sus dimensiones.  |