En 2018, el entonces secretario de comunicación de los duques de Sussex acusó a Markle de haber hecho bullying a varios trabajadores del palacio de Kensington. Según ha informado un portavoz de la casa real, tras la investigación realizada el palacio de Buckingham ha decidido introducir algunos cambios en su política de recursos humanos. Dichas medidas se han dado a conocer tanto a los empleados como a los miembros de la familia real, pero los detalles de las mismas no han sido revelados en el informe anual de sus cuentas como se pensaba que ocurriría al finalizar la investigación.
“La investigación ha terminado y próximamente adoptaremos medidas sobre nuestras políticas y procedimientos, pero no se harán comentarios”, explicaba Michael Stevens, contable de la reina Isabel II.
Fue el año pasado cuando el diario The Times publicó que, en octubre de 2018, el entonces secretario de comunicaciones de los duques de Sussex había acusado a Meghan Markle de haber hecho bullying a dos empleados y de haber “menoscabado” la seguridad en sí mismo de un tercer trabajador durante su etapa como parte del palacio de Kensington.
La duquesa de Sussex lo negó todo, pero en marzo de 2021 el palacio de Buckingham decidió poner en marcha una investigación para averiguar qué había de cierto en el asunto. La casa real pagó de manera privada la investigación a un equipo legal externo y anunció que los empleados relacionados con las acusaciones serían invitados a declarar. Ahora, ni siquiera estos trabajadores sabrán el resultado de la investigación.
“La gente que participó en la investigación hizo un gran esfuerzo y puso en riesgo su reputación, por lo que el hecho de que no se les comunique el resultado es incomprensible”, asegura una fuente de la casa real al Daily Mail. “Creo que el no saberlo les decepcionará mucho pero, dado como se han estado gestionando las cosas, quizás no les sorprenda demasiado. La casa real parece tenerle pánico a la posibilidad de que Harry y Meghan se enfaden”.|