Máxima Zorreguieta celebró su cumpleaños número 50 con una cargada agenda de eventos y festejos organizados por la Corona holandesa. Uno de los compromisos fue la entrevista que le dio al reconocido periodista holandés Matthijs van Nieuwkerk, en la que para sorpresa incluso de sus más cercanos se abrió como pocas veces y habló por primera vez del suicidio de su hermana menor, Inés, cuyo cuerpo fue encontrado sin vida el 7 de junio de 2018 en el departamento de Recoleta en el que la joven de 33 años vivía sola.

"Sabíamos que ella no estaba bien desde hacía tiempo, en los últimos ocho o nueve años. Y aun así seguía existiendo un tabú entre nosotros, no hablábamos de eso. No conocíamos exactamente cuál era su diagnóstico. No sabíamos realmente cómo ayudarla. Hicimos lo mejor que pudimos", reconoció la reina.

Inés vivía en el barrio de la Recoleta en un dos ambientes ubicado sobre la calle Río de Janeiro y, según el escueto comunicado que el gobierno holandés publicó en su momento, desde un principio las pesquisas apuntaron al suicidio. Fue una de sus amigas quien, tras la imposibilidad de contactarla, decidió llamar el 6 de junio a los Zorreguieta para alertarlos de la situación. "Al querer ingresar al dormitorio de Inés, la amiga advirtió que no podía abrirse la puerta por lo que ejerció fuerza sobre ella y encontró a su amiga fallecida, tras lo cual dieron aviso al 911", precisaron de la fiscalía.

Como la pequeña de tres hermanas y, a pesar de la diferencia de edad entre ambas -13 años- su relación era muy estrecha. La debilidad y el sentimiento de protección que la esposa del rey Guillermo de Holanda sentía por su hermana menor hacía que en ocasiones la llegara a ver como a una hija

El 2 de febrero de 2002, con motivo del enlace entre el por entonces príncipe de los Países Bajos y su esposa, Inés -a sus 17 años- recibió un papel fundamental, con el que sorprendió por su soltura y buen hacer pese a lo inusual de la situación. Cinco años más tarde, Máxima conseguía convertirla en madrina de su tercera hija, la princesa Ariane.

Inés Zorreguieta sufrió problemas de salud desde muy joven, una preocupación por la cual su hermana estuvo pendiente en todo momento. La joven estudió Psicología en la Universidad de Belgrano, y fue tentada por su hermana a continuar su carrera profesional en los Países Bajos, lo más cerca de ella posible. Sin embargo, ella rehusó dicha oferta y comenzó a trabajar en la Oficina Regional para América Latina y el Caribe de la Organización de las Naciones Unidas en Panamá.

"Ella tenía una depresión", reconoció Máxima en la entrevista, al tiempo que sumó: "Además, sufría un desorden de la personalidad. Hicimos lo mejor que supimos para ayudarla y apoyarla, pero la realidad es que no somos profesionales. Estuvo internada varias veces, pero uno piensa que no sabe si es lo mejor para ella. Creo que hay mucho que hacer todavía en el tema de la salud mental".

"Tengo que usar esta experiencia para que otros no la pasen. Cuando alguien en su familia se suicida, no es solo tristeza y frustración lo que siente. También hay miedo: ¿también tenemos este gen? La vergüenza también juega un papel. Es un poco más complicado que una muerte normal. Todos hicimos mucho juntos, pero el sentimiento permanece: ¿Podríamos haber hecho más?", una pregunta que atormenta a muchos de sus familiares.

A pesar de ello, Máxima quiere mantener el recuerdo bonito de su hermana, respondiendo a una de las preguntas de su interlocutor. "No sé si está en el cielo", pero cuando pienso en ella, es con una gran sonrisa. Una sensación que he conseguido con el tiempo", ha confesado.|