El príncipe Víctor Manuel y sus hermanas, las princesas María Gabriela, María Pía y María Beatriz de Saboya, han reclamado al Estado italiano la devolución de las joyas de la antigua familia real de Italia, compuestas por más de 6.000 diamantes y 2.000 perlas montadas en broches, tiaras y otras joyas que fueros depositadas hace 76 años en un cofre en el Banco de Italia.
Las joyas llegaron al Banco de Italia el 5 de junio de 1946, tres días después del referéndum que proclamó la república y puso fin a la monarquía italiana. Umberto II, último rey de Italia, se las encomendó a Luigi Einuadi, entonces gobernador del Banco de Italia y luego presidente de la república, para que las custodiara y las tuviera “a disposición de aquellos que tengan derecho a ello”, rezaba la nota que acompaña al cofre con las joyas.
Pero no queda claro si se refería a los Saboya o al Estado italiano. Según consideran los miembros de la antigua familia real italiana, las joyas les siguen perteneciendo, como demostraría el hecho de que el Estado italiano no las confiscara a diferencia de lo ocurrido con la mayoría de sus bienes. Pero el Gobierno italiano rechazó esa interpretación por medio del mediador de la familia, Manuel Filiberto de Saboya. Pero los Saboya manifestaron su intención de llegar hasta las últimas consecuencias para recuperar los tesoros como la tiara de perlas y diamantes con las que aparece posando la reina Margarita Teresa de Saboya en varios de sus retratos oficiales.
La prensa italiana explica que, hasta la fecha, no existe una tasación oficial de las joyas de la corona, mientras que algunos expertos las han valorado con unas cifras que oscilan entre los 18 y los 300 millones. El cofre ha sido abierto solo una vez. Fue en 1976, cuando la joyería Bvlgari realizó un informe en el que se hablaba de que contenía hasta 6732 diamantes y 2.000 engarzadas en joyas y adornos personales de todo tipo.|