El fallecimiento del duque de Edimburgo ha supuesto un duro golpe en el Reino Unido, tiñendo al país de luto y que, debido a las restricciones de la pandemia de la Covid-19, no pudieron dar el último adiós al marido de la reina Isabel II, como habrían deseado los consortes.
Fue el pasado 9 de abril cuando Felipe de Edimburgo, a los 99 años de edad, fallecía. El funeral, tuvo lugar en la capilla de San Jorge del castillo de Windsor, tal como el quería.
Solo treinta 30 personas pudieron rendir un último tributo al duque, cuyo féretro no estuvo expuesto al público:
- Reina Isabel II
- Príncipe Carlos
- Camilla de Cornualles
- Príncipe Guillermo
- Kate Middleton
- Príncipe Harry
- Príncipe Andrés
- Princesa Beatriz de York
- Eduardo Mapelli Mozzi
- Princesa Eugenia de York
- Jack Brooksbank
- Príncipe Eduardo
- Sofía de Wessex
- Lady Louise Windsor
- Jacobo Mountbatten-Windsor
- Princesa Ana
- Sir Timothy Laurence
- Peter Phillips
- Zara Phillips
- Mike Tindall
- David Armstrong-Jones
- Lady Sarah Chatto
- Daniel Chatto
- Duque de Gloucester
- Duque of Kent
- Princesa Alexandra
- Bernhard, príncipe heredero de Baden
- Príncipe Donato de Hesse
- Príncipe Philipp of Hohenlohe-Langenburg
- Condesa Mountbatten de Burma
Una de las grandes ausencias fue de la Meghan Markle, que se quedó en Estados Unidos, ya que sus médicos le habían recomendado no viajar debido a lo avanzado de su embarazo. Tampoco estuvieron presentes los diez biznietos de Felipe.
Otro gran ausente fue el primer ministro británico, Boris Johnson. El político había explicado que prefería no acudir a la ceremonia para ceder su lugar a otros miembros de la familia. Sí asistieron los hijos de la princesa Margarita, el conde de Snowdon y lady Sarah Chatto, . También, Archie Miller-Bakewell, secretario privado de Felipe de Edimburgo.
Por su parte, la reina Isabel II guarda un luto de ocho días tras la pérdida de su marido. "Él ha sido, sencillamente, mi principal fuerza y estabilidad en todos estos años. Yo, y toda su familia, este y muchos otros países, tenemos una deuda mayor con él que nunca hubiera reclamado o que jamás sabría", comentó la monarca hace solo unos días.
Los detalles
Tal como había informado la casa real británica, el féretro del príncipe, cubierto por su estandarte personal, fue conducido a las 14.40 desde la entrada principal del castillo de Windsor hasta la escalera de la capilla en un Land Rover que, curiosamente, fue diseñado por el duque, gran apasionado del motor. Tras guardar un minuto de silencio, el ataúd fue portado por ocho militares hasta el interior de la capilla, un homenaje que se rinde a Felipe, tras dejar la carrera militar al contraer matrimonio con la monarca británica.
Le seguió una pequeña procesión en la que primó la distancia social y en la que participaron, entre otros, los hijos del príncipe Felipe: el príncipe Carlos, la princesa Ana, Eduardo de Wessex y Andrés de York. También algunos de sus nietos como el príncipe Guillermo y Harry, sin embargo, los hermanos no caminaron juntos en la procesión, lo cual ha llamado la atención.
Tras la polémica entrevista de los duques de Sussex con Oprah Winfrey, el funeral del príncipe Felipe ha adelantado el reencuentro entre Harry y su familia, por lo que, tras el féretro, los príncipes no pasearon juntos: Guillermo junto a su primo Peter Phillips (hijo de la princesa Ana) y Harry lo hizo junto a David Armstrong-Jones, conde de Snowdon (hijo de la princesa Margarita).
Conscientes de que esta disposición podría generar comentarios, el Palacio de Buckingham señaló: "Esto es un funeral y no vamos a entrar en percepciones y dramas", explicó un portavoz.
Los encargados de oficiar el funeral privado fueron el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, y el decano de Windsor, David Conner.
La ceremonia fue retransmitida por televisión, muy alejado del que se habría oficiado en otras condiciones. Al finalizar, el féretro fue llevado a la Bóveda Real, bajo la capilla de San Jorge, donde permanecerá provisionalmente hasta la muerte de la reina, cuando serán enterrados juntos.
Buckingham Palace reconoció su "tristeza porque la gente no pudo presenciar in situ el evento en honor al duque. Además de los ocho días de luto nacional anunciados por el Gobierno a partir del día de la muerte del Duque, la Reina ha aprobado un período de dos semanas de luto real para los miembros de su familia durante el cual vestirán de negro o uniforme con bandas, así como realizar únicamente los encargos que se consideren apropiados en función de las circunstancias.|