Pareja de Ricardo Fort durante cuatro años, Gustavo Martínez, tenía a su cargo la custodia legal de los hijos del mediático, los mellizos Felipe y Marta. Fiel compañero y hombre de confianza tanto de Fort, como de su familia, se investiga si Martínez se arrojó del piso 21 de su departamento de Belgrano donde vivía con ambos
Felipe Fort, en el marco de las investigaciones, aportó un dato importante en su primera declaración ante la Policía de la Ciudad. El joven informó que Martínez se encontraba deprimido porque la próxima semana él y su hermana, que son mellizos, cumplirían la mayoría de edad. En ese contexto, había amenazado con arrojarse desde el balcón del domicilio, ubicado en una torre de la calle Sucre al 1900.
Las investigaciones están concentradas en la escena, específicamente en un balcón que da al frente y es lindante con la habitación de Martínez la red protectora había sido cortada. El resto del domicilio se encontraba bajo una apariencia normal: no se observaron signos de violencia ni desorden.
“Ricardo es una de las personas que más quise y creo que él también me quiso”, decía Martínez después de fallecer Fort, un 25 de noviembre de 2013. La partida física de su antes compañero de vida no evitó, sin embargo, que sigan conectados. Fue así que en una oportunidad contó que tanto él, como los jóvenes, recibían señales de Fort en la casa. “Él está presente”, aseguraba el hombre y añadía: “Me acuerdo una vez que fui a un dormitorio enorme donde él tenía de todo y no se escuchaba nada, pero de repente sentí ruidos fuertes. En ese momento vi una imagen de Ricardo”.
Era la mejor influencia que el Capitán podía tener, ya que se encargaba de depurar de las cercanías de Fort a aquellas personas que él consideraba que se acercaban al empresario chocolatero por su fortuna. “Muchos no querían que esté cerca de Ricardo y él lo sabía”, decía. Tal era el vínculo con el industrial y sus hijos que cuando Marta Fort recordó a su padre en 2020, habló de la primera escena que tiene en su memoria con él e incluyó a Martínez en ese relato. “No sabía qué decir hoy, ya que me pone incómoda hablar de mi papá. Entonces pensé en compartir el primer recuerdo del que tengo registro: las caminatas de mi papá y Gustavo llevándome en cochecito, recorriendo las calles y la rambla de Miami (la primera ciudad donde vivimos), algo bien alegre de él”, contó la joven.
Fue el mismo Fort quien en 2010 firmó un poder ante un escribano público para que Martínez se convierta en el tutor legal de sus hijos en caso de él morir. De esta manera, Martínez quedó a cargo el cuidado de los mellizos hasta su mayoría de edad y era entonces el encargado de administrar el patrimonio de ambos, que incluía la millonaria herencia del empresario, hasta que cumplieran la mayoría de edad. Justo el próximo viernes 25 de febrero, Marta y Felipe llegan a sus 18 años.|