“Siempre va a existir quien haga bullying con nuestras vidas –afirma–. Debemos aprender a lidiar con él –resalta–. Contra eso se lucha codo a codo, planteándonos con qué personas queremos compartir nuestros pensamientos y tomando conciencia”, entiende Cazzu (27), una de las nuevas grandes referentes musicales, respecto de un tema que involucra a la juventud que ella representa, pero también a los mayores.
Lo hace durante una entrevista exclusiva para GENTE, en el marco del tercer envío de la Campaña Principios 2021 que, inspirada en diversas temáticas de impacto en nuestra vida cotidiana, como la igualdad de género, el ambiente, la integración de discapacitados físicos y sensoriales, el cuidado animal, la educación garantizada, ahora llega con la "jefa” del trap como referente de la lucha contra esta forma de violencia llamada bullying.
“De chiquita me gustaba el Coquena, el guardián de la Puna. Entonces me ponía un sombrero de colla con un poncho, y gritaba: ‘¡Soy el Coquena!’. Siempre me sentí colla, yo soy colla. Colla significa ‘persona nacida entre cerros’ ¡y quien te habla nació entre cerros!”, cuenta la jujeña, que pronto precisa:
“Hay gente que, sin considerar que me crié en medio de llamas y vicuñas y conozco entera mis raíces, cuestiona que defienda al boliviano y a nuestra cultura del Altiplano. Son consecuencias de una evolución necesaria para cierto tipo de revoluciones”, afirma Cazzu.
En la entrevista también cuenta su experiencia como adolescente. “Al empezar a cantar públicamente arrancó el menosprecio. Porque era una chica de look diferente, que adoraba la ropa estridente. No les di bolilla a esas críticas, hasta que una situación hizo que comenzara cambiar mi imagen hacia afuera: me enamoré”, memora, y continúa:
“En la secundaria me comenzó a gustar un chabón más grande, lindo, de los populares, pero sus amigxs, y amigos entonces se mostraron crueles con mi personalidad. Era la primera vez que me enamoraba y, como yo cumplía los requisitos de ‘rara’, para ellos era un chiste que gustara de su amigo. ¿Lo peor? Que para él también lo era”.
El bullying, que es una forma de violencia, discriminación y negación de los derechos entre pares, también repercutió en la carrera profesional de Julieta Emilia Cazzuchelli, tal su verdadero nombre: “Siempre lidié con prejuicios, como no poder mantener una amistad o una cosa clara con un productor o un artista –revive–. La expresión machista en su máxima potencia. Onda: ‘¿No hacés lo que nosotros queremos? OK, quedás afuera’… Se me cerraron varias puertas –admite–. Sufrí y perdí oportunidades tal vez irrecuperables por evitar acceder a algo que no sentía. Estaba sola. Una cagada. Entonces me aferré a lo que tenía para ofrecer: mi música”.
¿Las redes sociales y la fama? Ahora Cazzu contesta sobre el alcance, dentro del ciberespacio, del tema en cuestión: “Necesito las redes sociales para mi trabajo, pero no me mando ciegamente a todas. Twitter es como la cloaca, el lugar más violento e impune. Entro rápido desde el celular, hago lo que tengo que hacer y lo cierro. Tampoco trato de ver mis etiquetas ni mi hashtag. Aún no logro encontrar el equilibrio para que no me duelan los comentarios de los haters”, resume antes de cerrar apuntando directamente contra el bullying:
“La palabra que emito con sonido en el día a día y la que escribo en una red social tienen el mismo peso y requieren la misma responsabilidad... Siento que para pelear contra esta problemática es hora de que empaticemos con el otro”.|