“La Industria del Humo”, el libro que desnuda el poder de las multinacionales del tabaco – Negocios & Política
 

Investigación |“La Industria del Humo”, el libro que desnuda el poder de las multinacionales del tabaco

Una obra que recorre el fascinante accionar de las tabacaleras en Argentina: lobby feroz, evasión impositiva, contrabando, monopolios y dinero, mucho dinero, se entrelazan en una historia que contextualiza el mercado global del cigarrillo y lo ocurrido durante los últimos años en el país sudamericano.
Adrián Machado
Biblioteca N&P
Adrián Machado
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Disculpe, ¿fuego tiene?

A fines de 2021, Editorial Atlántida publicó La Industria del Humo, una investigación periodística a cargo de Fernando Ortega Zabala (Oz) que profundiza y desentraña los intrincados caminos de la industria del tabaco en Argentina. El subtítulo de la obra es certero: “El lobby de las grandes tabacaleras, una historia de coimas, política y contrabando”, puesto que el relato en el que nos sumerge el texto da cuenta de la magnitud y las múltiples aristas de la actividad. 

A lo largo de más de 200 páginas, el autor recorre de manera ágil y con diversidad de fuentes el funcionamiento del negocio del tabaco en el país sudamericano. La estructura narrativa plantea una exposición que avanza desde lo general a lo particular: el contexto histórico mundial, la peculiaridad de un reciente caso argentino y sus derivaciones regionales. El humo del título no refiere únicamente a la cuestión práctica de encender un cigarrillo, esa niebla envuelve una praxis en la que participan multinacionales y sus sucursales locales, empresarios, productores, legisladores y funcionarios de todo tipo.

Dame fuego

El trabajo de Ortega Zabala, periodista de profuso recorrido en la profesión –con antecedentes en el campo de la investigación delictiva como Historia del contrabando en la Argentina, trabajo realizado en conjunto con su colega Mauro Federico–, conjura la revisión del archivo y el estado del arte en la materia, con entrevistas in situ a protagonistas de la trama: empresarios, diputados provinciales y nacionales, productores, y conocedores del “negocio del humo”. 

La contextualización inicial remite a la estructura global de la industria tabacalera; la desmesura –un negocio floreciente en plena Guerra de los Balcanes, por ejemplo–, datos de organismos internacionales independientes dedicados a prevenir y denunciar las consecuencias en la salud del consumo de tabaco, incluso la comparativa con los decesos producidos a causa de la pandemia de Covid-19. 

Este panorama presentado expone a las claras el funcionamiento actual del mundo: el capitalismo, en su fase presente, es dirigido por un puñado de multinacionales respaldadas –militar y legalmente– por los Estados nacionales. Sus empresas subsidiarias, conducidas por las clases dominantes locales de países periféricos se desempeñan como clases auxiliares de las hegemónicas de los países centrales. Además, participan instituciones globales y locales como regulatorias del statu quo –FMI, OMC, OCDE, CIADI, jurisdicciones legales internacionales (recordar el caso de los fondos buitre en Argentina) y nacionales–.

No Fumar

Las supuestas bondades publicitadas por la industria tabacalera que expone la investigación, ya sea en su versión tradicional, en cigarrillos electrónicos o vapeadores, recuerdan a aquella magnífica escena de Mad Men en la que el creativo principal de la agencia, Don Draper, publica una solicitada en el New York Times luego de perder a Lucky Strike como cliente:

Por qué estoy dejando el tabaco

Recientemente, mi agencia de publicidad puso fin a una larga relación con los cigarrillos Lucky Strike, y me siento aliviado. Durante más de 25 años nos hemos dedicado a vender un producto para el que el buen trabajo es irrelevante, porque la gente no puede evitar comprarlo. Un producto que nunca mejora, que provoca enfermedades y hace infeliz a la gente. Pero había dinero en ello. Mucho dinero. De hecho, todo nuestro negocio dependía de ello. Sabíamos que no era bueno para nosotros, pero no podíamos parar. Y entonces, cuando Lucky Strike trasladó su negocio a otro lugar, me di cuenta de que era mi oportunidad de ser alguien que podía dormir por la noche, porque sé que lo que estoy vendiendo no mata a mis clientes. Así que a partir de hoy, Sterling Cooper Draper Pryce ya no aceptará cuentas de tabaco. Sabemos que va a ser difícil. Si te interesa el trabajo del tabaco, aquí tienes una lista de agencias que lo hacen bien: BBDO, Leo Burnett, McCann Erickson, Cutler Gleason & Chaough y Benton & Bowles. En cuanto a nosotros, damos la bienvenida a todos los demás negocios porque estamos seguros de que nuestro mejor trabajo está todavía por delante. Atentamente, Donald F. Draper, Director Creativo Sterling Cooper Draper Pryce.

Lo buscado era un golpe de efecto, publicidad para la agencia, ya que Don escribió la misiva disfrutando de su cigarro.

El caso argentino

Una precisa y detallada reconstrucción de la normativa que inclinó la cancha en 2017 para las major del sector –Massalin Particulares-Philip Morris International y Nobleza Piccardo-British American Tobacco– en Argentina, a través de una ley hecha a medida, constituye el núcleo del texto. La Industria del Humo rememora tanto los discursos dentro del Congreso de la Nación, declaraciones públicas de los afectados directamente –tabacaleras pequeñas, productores y sus representantes provinciales–, decisores de políticas públicas y máximas autoridades nacionales.

El poder de lobby de los dueños del negocio exhibe ofertas de palcos vip para partidos de fútbol local o torneos de tenis en Europa, siempre en reuniones informales con representantes “presionables”. El desenlace es conocido, bajo el gobierno de Mauricio Macri se sancionó una ley impositiva que benefició a las grandes empresas del mercado –y perjudicó a la ciudadanía y al Estado nacional– en detrimento de las pequeñas, hasta casi asfixiarlas.

La investigación periodística retrata el papel central de un personaje similar al expresidente argentino; Horacio Cartes, exmandatario paraguayo: empresario exitoso que replicó ese desempeño en la actividad privada en el mundo del fútbol –dentro del club Libertad– y ascendió hasta el máximo escalafón político. Asimismo, el libro no olvida indagar en los fuertes conflictos de intereses que arrastra el supremo –en aquel momento Presidente de la Corte Suprema de la Nación Argentina– Carlos Rosenkrantz

Basta con leer de principio a fin La Industria del Humo para dilucidar las razones por las que material de este calibre no es habitual dentro del ámbito editorial nacional –y mundial–. Como declaró ante el autor uno de los pesos pesados del sector: “Es algo fascinante. Pero tené cuidado. Nada más. Así me han dicho una vez, tené cuidado, no te metás tanto, tené cuidado. Es fascinante la plata que mueven estos tipos”|

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