La economía caerá 1,6 % este año y la inflación, superior al 100 %, se mantendrá alta en el corto plazo, según el reporte difundido este miércoles por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
"Los menores ingresos por exportaciones y las bajas reservas de divisas ejercen cada vez más presión sobre las finanzas públicas, las cuentas externas y la economía en general", advierte la OCDE.
La nueva previsión de la OCDE supone una disminución de 1,1 % con respecto al informe anterior, publicado en noviembre del año pasado, que preveía un crecimiento económico del 0,5 % en 2023.
El documento publicado este miércoles también prevé que los estrictos controles de capitales y la incertidumbre política antes de las elecciones presidenciales de octubre próximo "frenarán inversión y consumo" en 2023, y, en particular, que bajos niveles de confianza y restricciones a las importaciones retrasarán la inversión y que la alta inflación y la moderación fiscal pesarán sobre el consumo.
Y que las exportaciones sufrirán debido a la severa sequía que afecta la producción agropecuaria, pero se recuperarán en 2024.
Para 2024, la OCDE prevé que la economía argentina se recupere "gradualmente", un 1,1 %, -en la medida en que se reduzcan las vulnerabilidades, como la dependencia del gas importado, y las exportaciones se recuperen-, después de la contracción en 2023 que sucederá a la desaceleración en 2022 (de 1,4 % a 5,2 %).
Los riesgos para el país son las "bajas" reservas internacionales, las "duras" restricciones de divisas y los "altos" volúmenes de deuda del Banco Central, "en un contexto de alta inflación y tasas de interés, que podría llevar a una devaluación", una "espiralización" de la inflación y la "incapacidad para cumplir con las metas fiscales", así como "presiones políticas" para expandir el gasto público.
A favor, una mayor demanda para las exportaciones argentinas podría llevar a un crecimiento y a entradas de divisas más sólidos.
Sin ancla
La inflación, que en abril fue de 108,8 % anual, "se mantendrá alta en el corto plazo, a pesar de la política fiscal ligeramente menos expansiva", proyecta la OCDE.
Para el organismo, Argentina no cuenta con "un ancla formal para las expectativas de inflación" y prevé que permanezca alta en 2023, en un contexto de subida de precios de los alimentos y presiones salariales.
Señala que si disminuyen los subsidios públicos a la energía y hay una "reducción continua" de las transferencias del Banco Central al Tesoro "deberían reducirse las presiones inflacionarias en el mediano plazo", así como la brecha entre los tipos de cambio oficiales y paralelos y el riesgo de salto cambiario.
Pero para los próximos meses, la OCDE espera que la sequía haga caer el ingreso de los derechos de exportación, lo que podría subir el déficit fiscal. En tanto, recuerda que el Banco Central elevó la tasa de referencia 13 veces desde principios de 2022, hasta 97 %, y previó que "mayores incrementos están garantizados" este año.
"Estabilizar la situación macroeconómica y bajar la inflación serán cruciales para reducir los altos niveles de pobreza (39 %) y abordar las crecientes presiones sociales", afirma la OCDE.