Un colectivo de medio centenar de destacados economistas del sector privado y organizaciones internacionales está mayoritariamente de acuerdo en que una recesión es prácticamente inevitable este año o en algún momento de 2023, según el Foro Económico Mundial, organizador de la reunión anual de Davos.
Siete de cada diez economistas de ese grupo consideran que el mundo se dirige a una recesión próximamente, dijo Saadia Zahidi, directora operativa del Foro, al presentar los resultados de las consultas con una comunidad internacional de economistas.
Precisó, no obstante, que el período difícil que atraviesa Europa y que hace que las previsiones para el continente sean particularmente negativas no puede aplicarse al resto del mundo por igual, lo que explica que haya menos pesimismo en relación con China.
Nueve de cada diez encuestados creen que el crecimiento de la economía europea será débil en 2023, y mejor en el resto de regiones del mundo, incluyendo Estados Unidos y Latinoamérica.
Sobre la inflación -una de las grandes preocupaciones actuales- los economistas consultados por el Foro han señalado que persistirá a niveles muy elevados en lo que resta del año y podría moderarse en 2023.
Mientras, los salarios reales declinarán y no podrán mantener el ritmo del encarecimiento de los precios.
Así, con un poder adquisitivo debilitado, los expertos anticipan que la pobreza aumentará en el conjunto de países de ingresos bajos, una evidencia a partir de la cual Zahidi destacó la importancia de que los responsables políticos adopten medidas para minimizar el golpe que esto representa para los sectores más vulnerables.
Por otra parte, los economistas fueron casi unánimes en señalar el riesgo de impagos de deuda soberana por parte de los países pobres. Asimismo, a medida que los tipos de interés aumentan también lo hará en los próximos años la presión que representa el pago del servicio de la deuda.
En este contexto, el Foro advirtió del riesgo aumentado de revueltas sociales.