El Bundesbank, el banco central de Alemania, observa que "la economía alemana se encuentra en una fase débil" tras haberse estancado en el segundo trimestre y prevé otro estancamiento en el tercer trimestre.
El Bundesbank dice en su boletín de agosto, publicado este lunes, que "en el segundo trimestre se estancó el producto interior bruto (PIB)" al nivel del trimestre anterior, cuando se había contraído. "La débil demanda extranjera y el aumento de los costes de financiación lastran la economía", consideran los economistas del Bundesbank.
No obstante, el colchón de pedidos en la industria y en la construcción, así como los cuellos de botella en los suministros evitan una evolución más débil de la economía alemana, que a su vez tiene viento a favor del sólido mercado laboral. Además, el consumo privado también impulsa a la economía alemana en el trimestre de verano, pero no evitará que se estanque.
"Debido al empleo estable y unos aumentos salariales fuertes en un momento en que las tasas de inflación bajan, la recuperación del consumo privado se podría mantener", lo que impulsará al sector de servicios, añaden los economistas del Bundesbank.
Pero la débil producción industrial frena a la economía y podría lastrarla en el tercer trimestre. El Bundesbank observa que se mantiene una baja demanda de productos industriales.
"La entrada de pedidos industriales subió en el segundo trimestre un poco respecto al trimestre anterior pero esto se produjo sólo por los grandes pedidos, que se trabajan principalmente por un periodo de tiempo más largo", según el banco central de Alemania.
Sin estos grandes pedidos, la demanda interna y externa hubiera caído con fuerza.
Los planes de producción y exportación a corto plazo de las empresas señalan un debilitamiento de la industria alemana. Sin embargo, tienen un efecto positivo en la producción industrial la caída de los cuellos de botella y que las empresas tienen un colchón de pedidos pendientes elevados.
Pese al estancamiento de la economía, el mercado laboral alemán es robusto, el empleo se mantendrá estable los próximos meses y el desempleo aumentará un poco.
Los precios de consumo subieron con fuerza en primavera, sobre todo los de alimentos como los cereales, bebidas, bienes industriales sin energía y servicios. Los precios de la energía cayeron, aunque no tanto como a comienzos de año.
La inflación bajó en el segundo trimestre hasta el 6,9 %, desde el 8,8 % del año anterior, cuando los precios de la energía habían subido mucho por la invasión de Rusia a Ucrania y ahora ha desaparecido este efecto.
Pero los precios de los alimentos subieron un 14 % respecto al segundo trimestre del año pasado.
El Bundesbank prevé que en otoño baje más la inflación debido a la caída de los precios de la energía. La fuerte subida de los salarios en 2023 es un factor fundamental por el que la inflación superará el 2 % durante bastante tiempo.