"El domingo, con mucho orgullo, estaremos inaugurando esta obra de infraestructura que va a cambiar para siempre la historia de Argentina", dijo este jueves la portavoz de Presidencia, Gabriela Cerruti, en su comparecencia semanal ante la prensa en la Casa Rosada (sede del Gobierno).
El mandatario, Alberto Fernández; la vicepresidenta, Cristina Fernández, y el ministro de Economía y candidato presidencial por el oficialismo, Sergio Massa, acudirán a un acto que despierta gran curiosidad por saber si habrá una foto de unidad con vistas a los comicios de octubre, después de las enormes divergencias entre ellos.
"Nosotros no pensamos la política en forma de fotos", comentó la vocera, quien argumentó que el Ejecutivo ve la inauguración del domingo "en términos históricos, potentes", por lo que supone "la soberanía energética" para el país en el contexto del 9 de julio, Día de la Independencia, y de los 40 años de democracia, que se celebran en 2023.
El proyecto inicial del gasoducto data de 2014, durante el segundo mandato de Cristina Fernández (2007-2015), quien en 2012 tomó la decisión de expropiar a la petrolera española Repsol el 51 % de sus acciones en YPF, que lidera la producción en Vaca Muerta.
La licitación de la obra que lleva el nombre del fallecido expresidente -y esposo de la actual vicepresidenta- Néstor Kirchner (2003-2007) se anunció en abril de 2022.
Pese a que la obra de construcción de este primer tramo de 573 kilómetros del gasoducto, entre las localidades de Tratayén (provincia de Neuquén, suroeste) y Salliqueló (provincia de Buenos Aires) estaba programada en dos años, Cerruti resaltó que se concluyó en un "tiempo récord" de menos de uno.
"Esto permitirá que sólo este año se recuperen 200 millones de dólares en cuanto a lo que se gasta en energía y que para 2024 se van a ahorrar 4200 millones de dólares en importaciones. Además, realizarlo en tiempo récord supuso la generación de 50.000 puestos de trabajo", detalló.
El GPNK, que atraviesa las provincias argentinas de Neuquén, Río Negro, La Pampa y Buenos Aires, será clave para la evacuación del gas de Vaca Muerta.
La formación, la segunda mayor reserva mundial de gas no convencional, requiere de mayor capacidad de transporte para avanzar con su desarrollo masivo. Argentina entiende que desarrollar Vaca Muerta es fundamental para lograr su autoabastecimiento energético y para proyectarse como un proveedor internacional.
El pasado 20 de junio, comenzó el llenado del gasoducto, que, desde ese momento, quedó "apto para funcionar", según las autoridades. La segunda etapa del gasoducto consiste en la continuación de la obra hasta la localidad de San Jerónimo, en la provincia de Santa Fe, lo que permitiría su vinculación con el Gasoducto del Noreste (GNEA).