Estaba todo cronometrado. Este miércoles, a las 8 AM, en uno de los accesos al Aeropuerto de Santiago, un grupo de al menos 10 delincuentes a bordo de tres vehículos intimidaron y le quitaron su arma a un guardia que se ubicaba en una caseta de seguridad
Luego se dirigieron al sector 7 de la nueva sección del aeropuerto. Allí se encontraba el objetivo de los criminales: 32 millones de dólares, descargados desde un avión de la aerolínea LATAM que provenía de Miami.
El dinero se encontraba sobre un pallet y estaba en proceso de carga a un camión de valores de la empresa Brinks. Tenía como destino tres instituciones bancarias.
Sin embargo, según lo informado por las autoridades, el guardia maniatado logró zafarse y dio la alerta. Se activó entonces el protocolo y el grupo táctico que vela por la seguridad del aeropuerto se enfrentó con la banda.
Se produjo entonces un tiroteo que dejó dos fallecidos: uno de los delincuentes y Claudio Villar, funcionario de seguridad del aeropuerto, quien tenía 24 años de carrera y además era voluntario de Bomberos.
Debido a que fueron repelidos por la seguridad del lugar, la banda huyó en los vehículos. Dos de esos rodados aparecieron quemados a pocas cuadras del aeropuerto, mientras un tercero fue abandonado horas después.
Cámaras de seguridad de una población cercana mostraron a un posible participante del robo frustrado. Estaba vestido con ropa de color negro, portaba un arma de alto calibre y estaba herido. Según los vecinos, les habría pedido que lo escondieran de la policía.
Otros dos posibles participantes de este hecho llegaron a dos centros de salud de la capital con heridas a bala. Están detenidos y forman parte de la investigación de la Fiscalía.
Banda especializada
El fiscal Eduardo Baeza fue designado por el Ministerio Público para investigar estos hechos. Se trata del mismo funcionario que estuvo a cargo de la indagación del llamado “robo del siglo”, en el cual un grupo de delincuentes robaron casi 8 millones de dólares desde el Aeropuerto de Santiago en el año 2014.
Aunque abultada, aquella se trató de una cifra mucho menor a lo que se podrían haber llevado los ladrones. De haberse concretado, hubiera sido el mayor robo en la historia de Chile.
El millonario asalto del 2014 provocó que las autoridades del Aeropuerto de Santiago tomaran medidas de seguridad, como entrenar y armar fuertemente a sus funcionarios.
Debido a la especialización de la banda, una de las teorías es que los autores podrían ser una banda que se dedica al robo de camiones de valores y que tuvieron información clave desde el interior del aeropuerto para llevar a cabo esta operación.
“Los delincuentes ingresaron colisionando la reja exterior del aeropuerto, le quitaron el arma a un funcionario que alcanzó a dar aviso. Su utilizó armamento largo y corto, estamos tratando de averiguar si era de guerra”, explicó el fiscal Baeza.
El Subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, destacó la acción de los funcionarios del aeropuerto que permitió frustrar este asalto. “Fue una operación planificada de una organización armada y altamente calificada”.
“Los funcionarios fueron capaces de repeler este robo, lamentablemente con la muerte de uno de ellos. Es indudable que la seguridad de los aeropuertos siempre está en evaluación y esto nos va a llevar a revisar nuestros procesos”, señaló el general Raúl Jorquera, director nacional de la DGAC, organismo gubernamental que administra la terminal chilena.
Esto porque el acceso que utilizaron los delincuentes estaba alejado del movimiento aéreo, pero no tenía las medidas de seguridad correspondientes y solo un funcionario custodiaba este sector.