Las altas temperaturas y la aparición constante de nuevos focos han hecho muy difícil el control de los incendios forestales que han afectado a tres regiones del sur de Chile.
La alerta se emitió el pasado jueves en la región del Ñuble y días después el fuego sigue activo, afectando a las regiones del Biobío y Araucanía. El fin de semana se registraron más de 200 focos activos, lo que generó el debate en redes sociales sobre la intencionalidad de esta emergencia.
Una decena de personas han sido sorprendidas prendiendo focos en distintos puntos, mientras que otros estaban realizando un asado e incluso un individuo fue detenido por portar un bidón de gasolina en medio del bosque.
Según el último balance entregado por las autoridades, actualmente se mantienen activos 69 focos a nivel nacional. Un total de 279.154 hectáreas han sido consumidas, producto de los incendios forestales.
Por otra parte, 26 personas fallecieron a causa de la emergencia y 1.159 viviendas fueron totalmente destruidas, dejando a más de 3 mil damnificados.
Brigadistas de distintos países han llegado a Chile para apoyar en el combate, en tanto la Unión Europea expresó su intención de coordinar ayuda para el país si los incendios se mantienen activos.
Intencionalidad de incendios
En los primeros días de los incendios, alcaldes de distintas comunas rurales advirtieron de la intencionalidad y la presencia de la “mano humana” en esta emergencia.
Richard Leonelli, alcalde de Lumaco indicó: “Tenemos información fidedigna de que había personas encapuchadas en motos y autos con las patentes alteradas, que no son de la comuna y que andan prendiendo focos”.
Manuel Monsalve, Subsecretario del Interior aseguró que se perseguirá penalmente a los responsables. “Se actuará con severidad, los vamos a perseguir”, aseguró. Las penas por el delito de incendio van desde 5 a los 20 años de prisión.
Otra de las preocupaciones es la seguridad. El alcalde de Concepción y presidente de la Asociación de Municipalidad, Álvaro Ortiz, apuntó al Gobierno y las fuerzas de orden, ya que muchas personas no quisieron evacuar por temor a que les robaran. “No evacuaron porque querían resguardar sus pertenencias, otros no recibieron los mensajes de alerta porque las torres de telefonía celular estaban dañadas por los incendios”, explicó.
Los polémicos monocultivos
Otro de los debates generados por los devastadores incendios son las plantaciones forestales de pino y eucalipto. Según datos de la Corporación Nacional Forestal, el 63% de las áreas afectadas por los incendios corresponde a monocultivos, 16% a matorrales, 13% bosque nativo y 8% pastizales y otras superficies.
Santa Juana, la comuna que perdió el 50% de sus viviendas por el fuego, está a un costado de la ruta CH-156, también conocida como la “ruta de la madera”. Las tres regiones donde se han concentrado los incendios son conocidas por ser el hogar de la mayoría de las empresas forestales.
En el año 2020, el Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia publicó un informe advirtiendo del peligro de los monocultivos. “El riesgo de incendios se concentra en mayor proporción en los paisajes dominados por plantaciones forestales y en menor grado en aquellos dominados por bosque nativo. Cuando la proporción de bosque natuvo es menor a un 50% en el paisaje, se observa una mayor ocurrencia de incendios”, dice el estudio.
“Tenemos que asimilar que somos un territorio de altísimo riesgo ante el cambio climático, que tenemos que prepararnos con mucha fuerza y que esto ha pasado a ser parte del desarrollo de Chile, del futuro de Chile”, aseguró Carolina Tohá, ministra del Interior.
Sin embargo, desde el año 2014 se han presentado en el Congreso una docena de proyectos de ley sobre el cambio del uso de suelo y para evitar la proliferación de monocultivos. Ninguno de esos proyectos ha podido avanzar. En contrapartida, la iniciativa para sancionar el robo de madera enviada por el Gobierno en diciembre del 2022 se aprobó rápidamente en ambas Cámaras.