Argentina tiene récord de producción de gas no convencional. Según datos de la Secretaría de Energía de la Nación, en junio se produjeron 139 millones de metros cúbicos de gas por día, con un alza interanual del 10 %. Vaca Muerta es la segunda mayor reserva mundial de gas no convencional y la cuarta de petróleo de este tipo.

Sin embargo, el país se ve obligado a mantener las importaciones de gas natural desde Bolivia y de gas natural licuado desde otros orígenes, a costa de un fuerte impacto fiscal por los disparados precios de la energía a nivel global.

Según datos oficiales, las importaciones de energía crecieron 190 % en el primer semestre respecto del mismo período del 2021. Las compras, en especial gas licuado, representaron más de US$ 6.600 mil, el nivel más alto en 30 años. Lo que representa un problema para las delgadas reservas del Banco Central.

Fallas y factores

La consultora Economía y Energía, dirigida por Nicolás Arceo, marcó la compleja situación en sus informes, donde marca que, debido al aumento de las importaciones, la balanza comercial energética aumentó a US$ 2.648 millones, lo que significa una suba del 654% más que el año pasado.

El incremento se debió a tres factores: Al aumento de la demanda local por la pospandemia —incentivada por el abaratamiento de tarifas en términos reales—, la caída de la oferta del gas y a los efectos de la invasión rusa a Ucrania.

Pese al récord de producción de gas no convencional, Argentina afronta problemas porque ya llegó al límite de su capacidad de transporte y recién ha puesto en marcha el proceso de licitación para construir un nuevo gasoducto y extender la red ya existente. |