La actual ola de covid-19 pone de manifiesto “un riesgo especialmente” elevado de reinfección con ómicron. Por eso, un equipo suizo analizó la capacidad de neutralización de anticuerpos de 120 personas infectadas con la cepa original o variantes como alfa, beta, delta y ómicron (subariante BA.1).
El estudio indicó la “excepcional capacidad” de ómicron para evadir la inmunidad, en comparación con la capacidad de neutralización inducida por las otras variantes.
El equipo de la Universidad de Ginebra (Unige) y del Hospital Universitario de Ginebra indicó que ómicron “parece ser capaz” de evadir los anticuerpos generados por las demás variantes.
En el caso de los vacunados, aunque la capacidad de neutralización también se reduce, “sigue siendo muy superior” a la inmunidad natural por sí sola, según un comunicado de la universidad.
Esto podría explicar -consideran los investigadores- por qué ómicron es responsable de un aumento neto de las infecciones a pesar de la vacuna, pero no de las hospitalizaciones.
El equipo tomó muestras de sangre de 120 voluntarios previamente infectados con una de las diferentes variantes, sin vacunar, o vacunados e infectados (ya sea antes o después de recibir el pinchazo), con una edad media entre 28 y 52 años, sin comomorbilidades importantes y con una forma de covid-19 de leve a moderada.
El objetivo era determinar la capacidad de los anticuerpos generados durante la primera infección para neutralizar las distintas variantes.
Ómicron demostró ser la “más eficaz para evadir la inmunidad natural preexistente, así como, en menor medida, la inducida por la vacunación", explicó Benjamin Meyer, de la Unige.
Los niveles de anticuerpos contra el SARS-CoV-2 original en vacunados “son aproximadamente 10 veces más altos que en las personas que solo han desarrollado una inmunidad tras una infección”.
La combinación de ambas circunstancias, conocida como inmunidad híbrida, "parece mantener niveles de anticuerpos reactivos aún más altos y amplios".
Aunque ómicron puede evadir la inmunidad existente y causar una infección, la hospitalización y la muerte debidas a la covid-19, incluso con esta variante “siguen siendo reducidas después de la vacunación".
El equipo destacó que el SARS-CoV-2 conserva “una sorprendente capacidad de mutación, que además parece estar acelerándose”.
Por ello, la vigilancia sigue siendo necesaria, sobre todo porque las curvas epidemiológicas han aumentado considerablemente desde la aparición de BA.5, la subvariante más reciente de ómicron", destacó Isabella Eckerle, de la Unige y directora del equipo.|
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