La Unión Europea (UE) y Estados Unidos expresaron este viernes su “preocupación” por el respaldo que China da a Moscú al menos a nivel de declaraciones, ya que por el momento no han constatado que Pekín le esté suministrando armas para su contienda en Ucrania.
“Es extremadamente preocupante”, subrayó en una rueda de prensa el secretario general del Servicio Europeo de Acción Exterior, Stefano Sannino, tras reunirse con la subsecretaria del Departamento de Estado de Estados Unidos, Wendy Sherman.
“Por el momento no visto elementos específicos que puedan ir en el sentido de que (China) esté dando apoyo más allá de las palabras”, agregó, y afirmó que seguirán insistiendo en la importancia de que Pekín no esquive las sanciones impuestas a Rusia ni le proporcione apoyo militar.
Sannino y Sherman abordaron ante la prensa las consultas que han realizado esta semana en Bruselas sobre diversos asuntos, como la guerra en Ucrania, pero también la situación en la región indo-pacífica; además, celebraron una ronda del diálogo específico que han puesto en marcha sobre China.
“China ha fracasado en condenar los crímenes de guerra de Rusia”, recordó Sherman.
El diálogo sobre China permitió a las dos partes intercambiar opiniones sobre sus respectivas relaciones bilaterales con ese país, según detallaron en un comunicado conjunto.
Tal y como la UE hizo en su reciente cumbre telemática con Pekín, dejaron claro que seguirán instando a China a no eludir o socavar las sanciones contra Rusia, y a no proporcionar ninguna forma de apoyo a la agresión que lleva a cabo contra Ucrania.
Recalcaron que tal apoyo tendría "consecuencias para nuestras respectivas relaciones con China” y, al mismo tiempo, expresaron su preocupación por “la reiterada manipulación informativa” que lleva a cabo China, incluyendo “la amplificación de la desinformación rusa” en relación con la invasión de Ucrania.
Sherman insistió además en que cualquier uso de un arma nuclear por parte de Rusia conllevaría “consecuencias severas”, y aseguró que “no hay dudas de que cambiaría el mundo de manera significativa”.
Sannino y Sherman elogiaron la “excepcional muestra de unidad transatlántica y la coordinación” entre la UE y EE. UU. en respuesta a la agresión militar no provocada de Rusia contra Ucrania, en especial en lo que respecta a las sanciones y al control de las exportaciones, y condenaron “en los términos más enérgicos” las atrocidades cometidas supuestamente por las fuerzas armadas rusas en territorios que estuvieron bajo su control.
Estuvieron de acuerdo en que “no puede haber impunidad para los crímenes de guerra” y aseguraron que coordinarán sus actividades para que los autores rindan cuentas.
Además, destacaron que seguirán trabajando por una paz sostenible a largo plazo y la estabilidad en toda la región, incluidos el Cáucaso Meridional y Asia Central, y abogaron por abordar el impacto negativo de la invasión rusa en la seguridad alimentaria mundial mediante un esfuerzo coordinado, en estrecha cooperación con los organismos internacionales.
En relación también con China, Sannino y Sherman subrayaron la importancia de la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán para la seguridad y la prosperidad regionales y mundiales.
Además, expresaron su “preocupación y oposición” por la coerción económica que ejerce China y condenaron la situación en la provincia de Xinjiang, donde apuntaron a la existencia de una amplia red de campos de “reeducación política”, vigilancia generalizada o restricciones sistemáticas a la libertad de religión o de creencias contra los uigures y otras personas pertenecientes a grupos minoritarios, así como el uso de trabajos forzados.
Por lo que respecta a la región indo-pacífica, abordaron formas de intensificar la cooperación en materia de seguridad y defensa para aumentar la concienciación marítima y crear capacidad regional para mejorar la coordinación en el ámbito marítimo.
En sus reuniones trataron también la situación en África y, en especial, condenaron las denuncias de violaciones de los derechos humanos cometidas por las fuerzas armadas malienses y el grupo ruso de mercenarios Wagner.
Alertaron de la crisis humanitaria en el Sahel, donde más de 20 millones de personas podrían necesitar ayuda este año, y acordaron la necesidad de seguir adoptando medidas inmediatas y a largo plazo para hacer frente a las crisis alimentarias en esa región.
Por otra parte, Sannino y Sherman destacaron la primera reunión hoy también del diálogo UE-EE. UU. sobre seguridad y defensa, un “hito importante” hacia una asociación más estrecha entre las dos partes en esa área.|
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