El Gobierno húngaro aseguró hoy que actualmente no hay alternativa al gas ruso y que, si Europa dejara de comprarlo, en castigo a la invasión de Ucrania, los países afrontarían una "brutal" recesión.
"El gas ruso no tiene alternativa, ni siquiera para Alemania", dijo a los medios el ministro de Gobernación, Gergely Gulyás, al ser interrogado sobre el anuncio alemán de que dejará de comprar carbón y petróleo ruso este año, y trabajará para prescindir también del gas en un movimiento conjunto con el resto de países de la Unión Europea.
Según Gulyás, Europa "afrontaría una brutal recesión sin el gas ruso".
El ministro húngaro subrayó que sin asegurar primero una alternativa "es una irresponsabilidad hablar de sanciones" que afecten a estas fuentes de energía.
"En el caso de cualquiera sanción, hay que ver claramente qué consecuencias tendría y quién pagaría el precio", enfatizó el ministro.
Por su parte, el ministro de Exteriores, Péter Szijjártó, aseguró que lo importante para el Gobierno húngaro es la seguridad energética del país y que no hará "pagar a la población el precio de esta guerra".
Hungría compra a Rusia el 85 % del gas y el 65 % del petróleo que consume.
Budapest es considerado uno de los mejores aliados del presidente ruso, Vladímir Putin, en la UE y a pesar de que el primer ministro, Viktor Orbán ha condenado la invasión de Ucrania, Hungría no ha enviado armas para ayudar al Gobierno ucraniano y no permite que otros países lo hagan a través de su frontera con Ucrania.
Europa no podrá prescindir de hidrocarburos rusos en 5-10 años
El viceprimer ministro ruso, Alexandr Novak, advirtió de que Europa difícilmente podrá sustituir el gas y el petróleo rusos en 5-10 años y que las sanciones contra Rusia ejercen una presión sin precedentes sobre la economía mundial, en un artículo publicado en la revista Energuetícheskaya Politika.
"La situación se desarrolla según el principio del bumerán: las consecuencias negativas han afectado precisamente a los países que promovieron las restricciones sancionadoras", escribe Novak, responsable del sector de la energía.
Resalta que la elevada volatilidad y la subida de precios sin precedentes de los recursos energéticos fueron la "respuesta instantánea" a la incertidumbre provocada por las sanciones a Rusia.
"Como resultado, los precios de los principales recursos energéticos alcanzaron en marzo cifras récord en contadas horas", añade Novak, que recuerda que los mil metros cúbicos de gas llegaron a costar casi 4.000 dólares, que el barril de petróleo se acercó a los 149 dólares y la tonelada de carbón se vendió por 460 dólares.
Según el viceprimer ministro, los planes de la Unión Europea (UE) de prescindir de los hidrocarburos rusos a corto plazo y de garantizarse suministros alternativos son poco viables.
"...los actores clave del sector coinciden es que difícilmente se podrá sustituir totalmente el gas y el petróleo ruso en un plazo de 5-10 años", destaca.
Y es que, explica, los suministros rusos de gas a la UE cubren el 40 % de su necesidad y el de petróleo, el 30 %.
"Debido a las turbulencias creadas en el mercado de los recursos energéticos por los propios europeos, los políticos de la UE se ven ahora en la necesidad de buscar urgentemente fuentes de energía alternativa a las rusas", agrega.
Pero, según Novak, a día de hoy prácticamente no hay una alternativa racional a los suministros rusos.
"Tomando en cuenta la cuota de mercado que tiene Rusia, es evidente que sin los recursos energéticos rusos es imposible hablar de la seguridad energética de Europa", afirma el viceprimer ministro.
Por ello, concluye, "ahora el futuro de la industria europea y el bienestar de los ciudadanos de la UE depende de la racionalidad de las decisiones de los políticos de los países de la Unión Europea".|
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